Adrenalina

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Caminaba por la calle, disfrutando del fresco y tratando de alejar de mi mente la imagen de Rick. Decidí darle espacio y centrarme en mi vida cotidiana. Me daba rabia porque no sabía si sería buena idea estar con él el día de su cumple que iba a ser en 3 días, un 7 de febrero, pero no me perdonaría perdermelo. Al doblar una esquina vi un dron que me resultaba familiar.

Me detuve y observé cómo el dron se acercaba. El dron mostró un holograma de un corazón. Luego cambió a una calavera que abría y cerraba la boca.

-¿Qué haces Rick? -dije sabiendo que él estaba detrás de esto.

-Mierda, me has pillado -habló el dron.

-Reconozco que me gusta el detalle, ¿es para mí este dron? -sonreí.

-Bueno, bueno, tampoco te pases -bromeó-. Me alegro de que no te haya resultado intrusivo. Te echo de menos.

A pesar de mis esfuerzos por mantener la distancia, su sinceridad me conmovió.

-Yo también te echo de menos, Rick.

-No quería perder la conexión contigo. Así que improvisé esto.

Le dió vueltas al dron en un intento de sorprenderme.

-Eres un genio.

-Bueno, algo así. ¿Te acercas y hablamos? -noté un atisbo de gracioso victimismo en su voz.

-¿Tú te crees que nací ayer? -no pudo evitar reírse ante mi comentario.

-Venga, anda. No va a pasar nada sin tu consentimiento.

-Está bien, pero solo porque me intrigas y quiero ver qué más trucos de drones te has inventado -le contesté con una sonrisa.

A medida que avanzaba hacia la ubicación de Rick, la gente me miraba de manera curiosa, quizás intrigada por la interacción con el dron. A pesar de mi intento de distanciarme, su presencia virtual mantenía una conexión que me resultaba difícil de resistir.

Sin darme previa cuenta, un policía se acercó con expresión seria.

-¿Estás al mando de este dron? -preguntó con autoridad.

-Oh, sí, solo estaba teniendo una conversación amigable. No estaba haciendo nada malo -respondí intentando sonar inocente.

-Utilizar drones para la comunicación personal está prohibido en esta área. Tendrás que detenerlo -advirtió el policía.

Antes de que pudiera reaccionar, Rick intervino desde el dron.

-Disculpe, oficial, estaba realizando tareas de mantenimiento y no debería haber iniciado una conversación. Lo detendré de inmediato.

Mientras el policía persistía con su advertencia, el dron se movía inquieto, y de repente, Rick apareció con una sonrisa sarcástica.

-Apáguelo, ya la he advertido -insistió.

-Oh, perdone, agente, estaba teniendo una charla muy importante sobre la lluvia y las palomas con este encantador dron. ¿No es así, Sara?

Antes de que el policía pudiera reaccionar, Rick, con un movimiento rápido y hábil, metió su pierna entre las suyas y sin apenas ser capaz de percatarse de cómo, el policía estaba en el suelo intentando recuperarse de un golpe muy torpe. Rick me agarró del brazo y huimos hacia otra parte. Mientras corría sacó de su mochila una mascarilla negra usada pidiéndome que me la pusiera.

-A pesar de tu belleza te voy a pedir que te tapes, va a pedir refuerzos -me advirtió sonriente-. Va a ser divertido.

Pasamos por una plaza bastante amplia donde se encontraban unas cuantas personas y Rick se acercó a un tipo con un tatuaje de anarquista, que escuchó atentamente lo que le dijo al oído.

Punk's Not Dead | DedsecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora