Conversaciones y techno

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Me desperté con la cabeza pesada y una sensación de arrepentimiento. Mis decisiones de la noche anterior me perseguían como sombras en la penumbra. Traté de recordar cada detalle, pero las imágenes eran borrosas y confusas.

Me dirigí a la guarida de DedSec, donde Trevor me esperaba con una expresión seria.

—Sara, ¿dónde demonios estabas anoche? ¿Estás bien?

—Lo siento, Trevor. Me pasé de copas y acabé en un parque. ¿Qué ha pasado? —pregunté con precaución.

—Nada bueno. La policía irrumpió en la guarida. Logramos salir a tiempo, pero perdieron nuestras últimas ubicaciones seguras. Además, descubrimos que Samuel, el mafioso al que seguíamos, tiene más conexiones con DedSec. Fue una emboscada.

La noticia me golpeó como un puñetazo en el estómago. Las complicaciones se acumulaban, y mi cabeza daba vueltas. Trevor continuó explicando los detalles, pero mi mente estaba atrapada en una tormenta de pensamientos.

—¿Rick está bien? —pregunté finalmente con dificultad.

—Sí, está bien. Estará dormido. De hecho, está preocupado por ti. Y hablando de Rick, deberías hablar con él. Hay cosas que necesitamos resolver, y no podemos permitirnos distracciones.

No quise decir que no había nada más de lo que hablar cuando ni siquiera él se preocupaba en preguntarme personalmente que tal me encontraba.

Poco después Rick apareció en la sala principal y me puse muy nerviosa, así que continué haciendo mis cosas y pretendiendo que no le había visto.

—Hombre, ¿qué tal chavalito? —le dijo cariñosamente Trevor—. ¿Qué tal la noche?

—No he dormido nada. Tampoco lo he intentado —contestó sin dirigirme siquiera la mirada. Me dolía el corazón.

—¿Demasiado en la cabeza?

—No es nada, tío. Estuve aprovechando para avanzar en el dron. Y luego me di una vuelta por ahí, para despejarme.

Trevor se levantó y se acercó hacia él poniéndole el brazo sobre los hombros y diciéndole algo al oído, a lo que Rick asintió.

—¿Y a dónde fuiste? Me hubieras dicho algo y hubiésemos ido por ahí de fiesta o algo tío. Los viernes siempre hay mucho ambiente por el bulevar.

—Nah, me tomé una cerveza ahí en el bar de al lado, me eché una a los dardos y me volví.

Trevor me miró y me lanzo una mirada que decía: "madre mía, yo esto ya me lo conozco".

—Tenía que salir —añadió—. Está todo patas arriba últimamente aquí dentro.

—Sí, lo entiendo hermano. Es así para todos nosotros en mayor o menor medida.

Me metí hacia el pasillo desapareciendo de la vista de ambos y solo tomó un minuto para empezar a escuchar la conversación entre colegas íntimos en voz baja.

—Tío, le he estado intentando sacar las palabras a Sara, pero no está muy habladora. Entiendo que necesites tu tiempo, pero tío, veo que está jodida —dijo Trevor.

—Claro, porque yo no estoy jodido —añadió sarcástico—. No he dormido nada, tío. Me aseguré de que estaba bien, intenté dormir y no podía, todo el rato pensando. No me la saco de la cabeza, te lo juro. No sé qué clase de amarre me ha hecho.

Trevor soltó una risotada.

—Te lo juro —repitió Rick—. Encima se me da fatal todo esto. No sé qué hacer.

—Mira, Rick, sé que las cosas se complican, pero no puedes seguir evitándola. Tienes que hablar con ella y aclarar las cosas.

Rick suspiró profundamente.

Punk's Not Dead | DedsecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora