Había olvidado por completo su existencia. Aquella mujer cuarentona que me recibió el primer día en Dedsec estaba allí, tan agradable como siempre. La saludé y me recibió igual de hospitalariamente que la primera vez.
—Ya me han contado que te has desenvuelto muy bien en Dedsec. Sobre todo con una persona, ¿verdad? —me sonrió a lo que le devolví la sonrisa.
Era reconfortante estar de vuelta en la guarida de Dedsec, rodeada de caras familiares y conocidas.
—Sí, he estado trabajando estrechamente con Rick y el resto del equipo. Han sido días intensos, pero hemos logrado avanzar en mucho, sobre todo con ENO. Vine aquí a raíz de lo de Itigoro pero parece que han cesado sus movimientos y no sabemos mucho de su paradero —respondí con sinceridad.
Ella asintió con satisfacción y luego me miró con curiosidad.
—Sí, también conozco algunas de tus acciones recientes. Parece que tienes un buen ojo para detectar amenazas y una habilidad especial para encontrar soluciones creativas —comentó con una sonrisa—. ¿Cómo te estás sintiendo siendo parte activa de Dedsec?
—Me encanta trabajar con un equipo tan dedicado. De por sí me sorprende que me guste trabajar en equipo cuando siempre he sido tan independiente —respondí.
La mujer asintió con aprobación y luego me guió hacia un rincón más apartado de la guarida de Dedsec y me invitó a sentarme en un sofá cercano. La miré con curiosidad, preguntándome qué tenía en mente.
—¿Alguna vez te has preguntado cuál es mi papel en Dedsec? —preguntó con una sonrisa algo enigmática.
Me sorprendió la pregunta, nunca había considerado realmente cuál era su función dentro de la organización.
—¿Supongo que siempre te he visto como una especie de mentora? No lo sé —respondí sinceramente.
Ella asintió con aprobación antes de continuar.
—No te alejas, pero hay más. Mi nombre es Victoria, y soy líder de Dedsec —reveló, observando mi reacción con atención.
Me quedé sorprendida. Nunca me había imaginado que la mujer cuarentona que había conocido en mi primer día en Dedsec fuera la líder de la organización.
—Tiene sentido, porque no te he vuelto a ver desde entonces —contesté con ligereza.
Victoria sonrió con complicidad antes de responder.
—Claro, es que mi rol a menudo requiere trabajar desde las sombras, moviendo hilos para garantizar que Dedsec pueda operar de manera efectiva. Pero siempre estoy al tanto de lo que sucede y de las contribuciones de cada miembro —explicó con seriedad—. Aunque muchas veces vas tú varios pasos por delante —rió.
—Sinceramente, no es esfuerzo considerando que estoy haciendo algo justo —agregué—. En fin, un placer volver a verte, Victoria —dije queriendo poner fin a la conversación.
Habiéndolo entendido, se puso en pie e hice lo mismo. Al regresar, encontré a Rick sumergido en la pantalla de su ordenador, aparentemente leyendo con mucha atención algo en la Deep Web. Se le veía algo consternado juzgando por su cara, pero al notar mi presencia, levantó la mirada y me dedicó una sonrisa reconfortante.
—¿Todo bien? —preguntó, apartando un momento su atención de la pantalla.
—Sí, ¿qué lees?—pregunté acercándome a su ordenador. Él se alejó de la pantalla con un empujón a la mesa divertido y giró hacia la derecha su silla.
En la pantalla se desplegaban una serie de gráficos y datos sobre la actividad de ciertos nodos de la red del gobierno. Había mapas interactivos que mostraban la ubicación de servidores y puntos de acceso, junto con estadísticas sobre la cantidad de datos transferidos y los protocolos de seguridad utilizados.
—Estoy analizando la red del gobierno para identificar posibles vulnerabilidades que podamos explotar —explicó Rick, señalando algunos puntos específicos en la pantalla—. Creo que aquí podemos encontrar una brecha.
Me quedé impresionada por su destreza en la manipulación de datos y sistemas informáticos. Era evidente que Rick era un activo valioso para Dedsec, con su habilidad para encontrar debilidades en las defensas del Nuevo Orden.
—Es impresionante cómo puedes desentrañar toda esta información tú solito—comenté, admirando su trabajo.
Rick sonrió con modestia y me miró con complicidad.
—Bueno, en realidad tu trabajo es más complicado —dijo mirándome con un atisbo de sonrisa pero su ceño fruncido—. Tú vas a ser quien acceda con algo de ayuda. Que... por cierto, Annabelle parece haber encontrado información sobre Itigoro —mencionó Rick repentinamente, desviando su mirada de la pantalla hacia mí—. Creo que deberías hablar con ella al respecto.
La mención del nombre de Itigoro hizo que una sensación de inquietud se apoderara de mí. Siempre había sido un enemigo escurridizo y peligroso, especialmente por su implicación en el tráfico de niños. Acordarme de lo que me hizo a mí y a niños inocentes me hervía la sangre.
—¿Y dónde está? —pregunté muy a mi pesar por tener que lidiar con aquella persona.
—Se ha ido, volverá pronto, creo.
—Ah, ya —respondí sintiendo la incomodidad crecer dentro de mí ante la perspectiva de tener que tratar con Annabelle nuevamente.
—Oye, me gustaría que me hicieses el favor de entrar a la base de datos del Gobierno. Necesito algunos datos —volvió a acercarse al equipo—. Tengo a alguien en mi punto de mira, pero no estoy seguro. Y a mí de SQL no me sacan. Aparentemente no usan SQL. A ti eso se te da mejor que a mí.
—Alex es mejor con las bases de datos que yo.
Se giró hacia mí.
—Es que esto es entre tú y yo, y es un favor que te pido —me susurró sonriente—. Necesito información sobre un individuo en particular. No estoy seguro de si está involucrado con el Nuevo Orden, pero tengo mis sospechas. Necesito sus antecedentes, conexiones, cualquier cosa que pueda ayudarnos a confirmar o descartar esas sospechas —explicó Rick con seriedad, su mirada fija en la pantalla del ordenador.
—¿En qué base de datos específica trabajan? —pregunté, preparándome para el desafío técnico que se avecinaba.
—Trabajan principalmente en un sistema llamado "NetLup", que es su propio sistema de gestión de base de datos centralizado —respondió Rick, proporcionando el nombre del sistema de forma clara.
—Pues no me lo pones fácil.
—Nah, sigue la misma estructura de Cassandra.
—Te recuerdo que yo no soy programadora. Hay gente aquí más especializada.
—Bueno, puedes pedirles ayuda.
Suspiré con ansiedad: —Te odio —dije dirigiéndome a un ordenador específico con gestores de bases de datos variados.
Según lo que me había dicho Rick, trabajaban con su propio sistema gestor, NetLup, que seguía la misma estructura de Cassandra. Seguía sin entender por qué recurría a mí y no a gente más especializada en bases de datos.
Me di cuenta de que estaba Alex, el anarquista de mi edad, en la sala contigua hablando con Clara.
Desde mi lugar le hablé a Rick por el auricular: "¿Sabes al menos el usuario que utilizan?"
—Si consiguieses meterte directamente en root sería maravilloso.
Volví a suspirar.
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Punk's Not Dead | Dedsec
Acción¿Un grupo de hackers en las caóticas calles de Portland causando estragos? Tienen una misión contra la autoridad y un toque de paranoia por la privacidad. Ah, y entre todo el caos tecnológico, prepárate para algo "divertido" *guiño guiño*. Es una ci...