Punk's Not Dead | Dedsec

Pasado pisado y drones espectaculares

Después de acabar de cenar fuera volvimos a la base para encontrarla sola, al menos el área principal nada más entrar.

—Corre, sígueme —Rick me agarró de la mano y me guió hasta su habitación, esta vez sin ocupantes.

Una vez dentro me enseñó artilugios que tenía en algunos cajones, que eran puras frikadas de drones. Entre los drones encontré muchos modificados, algunos diseñados para fines de vigilancia y otros con funciones más inusuales, como lanzallamas improvisados o luces muy llamativas. Le pregunté para qué servían esos de las luces llamativas.

—Solía hacer espectáculos de drones. Y aparte, carreras de drones ilegales, ya sabes, para diferenciarme del resto —sonrió.

—Me empieza a flipar todo este mundo de los drones. Jamás pensé que sería tan amplio. Eres un poco como una especie de militar de drones.

—Me gusta el término. Sí. Me encanta experimentar con los drones, las posibilidades y variables son infinitas.

—Pues podríamos hacer una especie de colaboración. Dije que me gustaba la fotografía, es fotografía urbana. También se me da bien el diseño, los graffitis. El arte urbano me chifla, vaya. Podría personalizar la carcasa.

—Me parece una idea estupenda —asintió con gran aprobación—. Tenemos que hacerlo, definitivamente. Los drones de combate y caza me gusta mantenerlos en colores apagados, que pasen desapercibidos. En realidad gran parte de las carcasas que tengo son robadas, de drones hackeados que me los he quedado para mis fines. Poco ético, lo sé.

—Me encanta —reí.

Se acercó a mí con una mirada seductora.

—En la caja fuerte de ahí aparte de guardar fardos de pasta tengo otras cosas —me sostuvo una mirada desafiante y alzó la cabeza—. ¿Tienes curiosidad?

—Mucha. Enséñame.

Abrió la caja fuerte desde su dispositivo y sacó una pistola con silenciador.

—No la uso nunca porque es la que más aprecio. Las armas las proporciona Dedsec, esta es mía, personal e intransferible. Y no me atrevería a mandar a nadie al hospital con ella porque iría directo bajo tierra, sin oportunidad que valga. Así que si algún día me ves cogerla preocúpate, es cosa seria.

—¿Alguna vez has matado a alguien Rick? —pregunté con seriedad. No defendía matar a nadie, siempre que fuera evitable. Salvo en defensa propia.

—Más de las que me gustaría. A una persona —contestó—. He estado más cerca de morir muchas más veces. No sé ni cómo estoy aquí hablando contigo.

—¿Te importaría contarme más sobre eso?

Se levantó la camiseta y se señaló el símbolo que tenía en el pecho que había captado mi atención previamente:

—Pertenecía a este clan rival de Dedsec. Ya no sigue en pie a día de hoy. En realidad, puedo decir que Dedsec salvó mi vida y que, de hecho, tuve la oportunidad de redimirme —miró hacía el grafiti que estaba pintado en la pared a su izquierda, evitando mi mirada—. El líder era un tipo despiadado que estaba llevando las tensiones internas a un punto álgido, pero aparte de eso pretendía matar a una mujer inocente que se había topado con información delicada y que ni siquiera pretendía exponerla. Por eso quise salvar su vida, no me habría perdonado si hubiese permitido que la matase; era inocente. Cuando le vi desprotegido en la calle pareció que se olió mis intenciones y ahí es cuando nos enfrentamos. Me arrepiento mucho de haberlo hecho, pero me consuela saber que al final fue lo oportuno. Y, de hecho, esta pistolita que ves aquí guardada fue la causante de dicha muerte. Así que me negué a volver a llevarla encima.