Descanso

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—Hay que encontrar al miembro del gobierno que está compinchado con ENO —dijo Jess desde su ordenador.

—Esa debe ser nuestra prioridad porque si le encontramos me aseguraré yo misma de que hable —dije.

Rick se dedicaba a revisar las imágenes del dron, analizando con la ayuda de la inteligencia artificial cualquier movimiento sospechoso capturado por la cámara que se escapara a los ojos.

Mientras Rick se sumergía en la tarea de analizar las imágenes del dron, sentí la necesidad de hacer una llamada que había estado postergando durante demasiado tiempo. Saqué mi teléfono y marqué el número de un contacto de mi infancia, alguien en quien confiaba plenamente y que ocupaba un cargo importante en el gobierno local.

Después de varios tonos, finalmente alguien respondió al otro lado de la línea.

—¿Sara? ¡Qué sorpresa! —la voz de mi amigo sonó genuinamente emocionada.

—¡Hola David! Lo siento por llamar tan tarde pero es que necesito tu ayuda con algo urgente —dije, sintiendo la ansiedad acumulada en mi pecho.

—Por supuesto, ¿en qué puedo ayudarte? —respondió David, su tono cambiando a uno más serio al notar la urgencia en mi voz.

Expliqué brevemente la situación, revelándole nuestra misión de desmantelar las operaciones de El Nuevo Orden y la necesidad de identificar cualquier posible infiltrado en el gobierno. David escuchó en silencio, asimilando la información.

—Entiendo. Déjame ver qué puedo hacer desde mi posición. No puedo prometer nada, pero haré todo lo posible por ayudarte —dijo finalmente, su voz llena de determinación.

—¡Mil gracias! Te lo recompensaré —dije con una sonrisa.

Rick apartó la mirada de la pantalla y me miró con desaprobación. Trevor también me dedicó una mirada desconfiada. No dije nada esperando a que me preguntaran, pero no lo hicieron y siguieron a sus cosas.

—No he encontrado nada en las imágenes —rompió el silencio Rick—. Ah, joder. Qué dolor de espalda —rechistó acomodando la espalda en el respaldo de la silla.

—Lo mismo deberíamos descansar un poco —agregué. Me miró nuevamente con una sonrisa—. Perdonadme pero necesito una siesta. Ha sido un día bastante intenso para mí.

Me levanté y cogí mi mochila. Recibí un mensaje que chequeé antes de realizar cualquier otro movimiento.

[Rick]: Te vas a tu casa y me dejas a mi aquí?? No me hagas esto

Miré a Rick mientras me escribía con una media sonrisa.

[Rick]: sacame de aquí

[Rick]: 😢🐕

[Rick]: si digo q voy a fumar van a saber q es mentira y van a decir q por qué no fumo dentro

Le miré y le sonreí.

—Oye Rick, me estoy acordando de que tengo una fuga de agua en mi piso, ¿se te da bien reparar cosas aparte de drones? —planteé como excusa.

—No podéis ser más obvios, de verdad —dijo entre risas Jess, que seguía en su equipo concentrada—. Anda, vete a descansar, quejica —le dijo a Rick—. Pero procura descansar. No hacer tonterías.

—Sí, sí —rió Rick.

Salimos de la guarida y compartimos unos cigarros.

—Menos mal —comentó—. ¿Es verdad lo de la fuga?

—No.

Rick soltó una carcajada ante mi respuesta.

—Vaya excusa tan original —dijo entre risas.

Le lancé una mirada juguetona y le di un leve empujón en el hombro.

—¿Qué te crees? Yo también quería pasar un poco más de tiempo contigo a solas —respondí con una sonrisa traviesa.

Rick se quedó mirándome durante un momento, como si estuviera procesando mis palabras, y luego sonrió con complicidad.

—Bueno, en ese caso ¿a qué esperamos? Vamos a tu piso y vamos a ver qué podemos hacer con esa "fuga" —dijo, haciendo énfasis en las comillas.

Nos dirigimos hacia mi piso con una sensación de alegría y complicidad que hacía bastante que no sentía. Era reconfortante tener ese momento de ligereza después de toda la tensión del día.

Al llegar a mi piso, abrí la puerta y le hice pasar. Nos quitamos los zapatos y nos dirigimos al salón, donde le ofrecí algo de beber.

—¿Té, café, infusión? —pregunté, mientras me dirigía hacia la cocina.

—¿Infusión, en serio? ¿Por quién me tomas? Café, gracias —respondió Rick, tomando asiento en el sofá.

Me reí. Preparé dos tazas de café y volví al salón, donde me senté a su lado. Estábamos cómodos y relajados, disfrutando de la compañía del otro.

—¿Sabes qué es lo mejor? —dijo Rick, mirándome con una sonrisa inocente—. Que estamos juntos sin preocupaciones ni problemas que nos agobien.

Asentí con una sonrisa, derritiéndome ante su comentario.

—Sí, es un alivio. He estado súper agobiada hoy. Es posible siempre que se deje a Desdec a un lado —respondí sinceramente.

Me tumbé en su regazo dejando el café en la mesa enfrente del sofá y le di un beso en sus pantalones mientras abrazaba con cariño su muslo izquierdo.

Miré sus ojos verdes intensos mientras me miraban con seriedad y cansancio. Me cambié de lado para mirarle más fácilmente y puse mi mano bajo su camiseta, cerrando los ojos. Sentí mucha paz.

Él también cerró los ojos y dejó caer la cabeza a un lado.

Punk's Not Dead | DedsecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora