𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 - Juanjo y Martin.

4| Just a kiss?

POV: Juanjo

En cuanto entramos a la habitación, fuimos directamente a una de las camas individuales y los tres nos sentamos en círculo.  —La primera noche en la casa de Córdoba, ¿os acordáis?— Empecé yendo directo al grano sin darle muchas vueltas.

—¿Cuando Alex me besó?—

—Como te acuerdas de lo que te interesa, ¿no?—  Dijo Salma entre risas y la rubia le dio un codazo.

—Sí, Denna, cuando Alex te besó. Pues no fuiste la única que se llevó beso entre nosotros tres—  La mencionada se giró hacia la otra chica abriendo los ojos con sorpresa.

—¿Has besado a alguien y no me lo has contado, tía?— Salma nos miraba confundida sin articular palabra, así que supe que debía ser más claro.

—No, ella no, yo— Ambas giraron la cabeza de golpe hacia mí una vez más.

—¿En qué momento? Si lo único que hacías era evitar responder bebiendo, no entiendo— Salma se pasó la mano por el pelo, peinándoselo hacia un lado. 

—Ya, y el beso fue gracias a eso—  Era divertido ver lo atentas que estaban a mis palabras esperando por más información.  —Cuando Ruslana me quitó el vaso y me dijo que fuese a lavarme la cara, Martin me acompañó—

—No me jodas que...— Empezó a decir Salma, pero la interrumpí enseguida.

—Cállate, sí— Dije gesticulando con las manos. —Pues, creo que le empecé a decir que era muy guapo, que me gustaban sus labios, que le quería besar y cosas así— Salma y Denna sonreían ampliamente tapándose la boca con la mano.

—¿Qué más? ¿Quién besó a quién?— Denna cambió de posición poniéndose de rodillas y dándole golpes a la cama mientras hablaba.

Respondí a su pregunta siguiendo la explicación de lo que pasó  —Le pasé el dedo por los labios y le pregunté si le podía besar—  Las chicas delante de mi empezaron a gritar, y les exigí que se callasen por obvias razones.  —No contestó, pero como estaba apoyado en la puerta, le acorralé agarrándole la cintura y bueno, ya sabéis lo que pasó— Las dos reaccionaron moviendo las manos exageradamente y dando aplausos para no gritar.

—¿Y por qué no estás contento?— Preguntó Salma cuando dejaron de dar la nota y se calmaron un poco.

—Porque estaba borracho, y porque Martin me acaba de contar esa historia cambiando mi nombre por el de Álvaro—  Las sonrisas que tenían formadas desaparecieron enseguida.  —Él cree que no me acuerdo de nada de esa noche, pero estuve comiéndome la cabeza día tras día después de que pasase, porque no sabía si pasó de verdad o sólo lo soñé todo—  Volvieron a llevarse la mano a la boca, pero sin sonreír esta vez.  —pero al día siguiente me desperté con la cabeza en su pecho, los dos en mi cama, y levanté la sábana asustado pensando que había pasado algo más que un beso—

—¿Y...?—

—No, Salma, todavía teníamos los pantalones puestos— Contesté en un suspiro.

—¿Le has dicho a Martin que lo de esa noche pasó contigo?— Denna parecía ser la única que intentaba sacarle una solución a esto, o al menos entenderlo. Sacudí la cabeza en respuesta.  —Pues deberías, Juanjo—

—Es que me da mucha rabia, porque igual esa noche fue conmigo, ¿Pero las otras cinco?—  La dos me miraron confundidas, y suspiré.  —No puedo ser el único que se da cuenta de que Martin y Álvaro están muy juntos últimamente—

—¿Por qué te da rabia?— Preguntó Salma, pero yo no respondí, sólo la miré en silencio y ella sacó una conclusión.  —Te gusta Martin—