𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 - Juanjo y Martin.

17| Yerno.

POV: Juanjo

—Loqui, ¿te peleaste con un puma?— Me giré a mirar a Lucas doblando la camiseta que me acababa de quitar cuando escuché su voz.

—¿Qué dices tú ahora?— Respondí confundido.

Naiara se fijó en lo mismo. —Ostia, maño— Dijo tapándose la boca entre risas.

Martin apareció también, y me miró con el mismo gesto que Naiara, pero sin reírse, y Lucas volvió a hablar. —Mirate la espalda en el espejo—

Me alejé del armario hacia los tocadores, me di la vuelta y giré la cabeza para verme en el reflejo. Marcas de uñas, muchísimas. ¿De quién eran? Exacto, y fue el primero al que miré cuando volví a girar la cabeza.

—En fin, nada que añadir— Dije y me puse la camiseta del pijama, que era lo único que me faltaba, y volví al espejo para lavarme la cara como cada noche.

Vi a Martín detrás de mí en el reflejo. —¿Te has enfadado?— Susurró, y respondí con un simple 'no'. —No, qué va—

—Que no— Respondí cerrando el grifo e intentando irme.

Me agarró la muñeca con fuerza. —Habitación, ya, te conozco muy bien y no me lo creo ni de coña— No me quedó otro remedio, así que tuve que hacerle caso. —¿Qué pasa?— Dijo después de cerrar.

—Que no me pasa nada— Respondí apoyándome en la puerta, y él se me quedó mirando fijamente bastante serio, y no paró hasta que admití. —Pues que joder, lo han visto todos—

—No tienen por qué saber lo que es— se encogió de hombros.

—No tienen diez años, Martin, claro qué saben lo que es.

—¿Y por qué te has enfadado exactamente? Porque los arañazos no son mi culpa— Preguntó cruzándose de brazos.

—Ah, ¿que es mía?— Respondí llevándome la mano al pecho.

—Hombre, Juanjo, a ver— Dijo él entre risas.

—Te puedes agarrar a la sábana, yo que sé— Contesté y dejó de sonreír.

—Si no te toco, mal, y si te toco, también mal. Decídete, Juanjo— Me di cuenta de que estaba exagerando, así que comiéndome mi orgullo, reflexioné.

—Joder, perdón— Le rodeé en un abrazo y sentí sus brazos detrás de mi cuello haciendo lo mismo. —Me ha molestado que lo hayan visto todos, no que lo hayas hecho— Dejé seguidos besos en su mejilla. —Creéme, de eso no me quejo—

—¿Seguro? Puedo intentar controlarme y...— Le interrumpí antes de que pudiese terminar la frase.

—Eh, no. ¿No me decías que no me tengo que cohibir? No lo hagas tú— Dije separándome y agarrándole los hombros.

—Me sale solo, perdón— Verle así me hacía sentir mal, y aún más sabiendo que había sido mi culpa.

—Mi amor... ¿Quién te ha hecho tanto daño?— Me miró formando una mueca con una sonrisa decaída. —Vale, el subnormal del vídeo. Cuando me lleves a Bilbao, más le vale no encontrarse conmigo—

Volvió a sonreír. —Qué miedo, ¿no?—

—Cállate, gilipollas— Tiré de sus hombros hacia mí volviendo a abrazarle. —Pero te lo digo enserio, no soy él ni tampoco me parezco, Martin—

—Al principio de todo esto, pensaba que eras incluso peor.

—¿Cómo?— Me separé con cuidado para mirarle.