𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 - Juanjo y Martin.

28| A house for two.

POV: Juanjo

—Igual te tendrías que apartar, ¿no?— Propuse acariciando su espalda.

—¿Ya te quieres deshacer de mí?

—No hijo, no, me quiero deshacer del cacho de látex que me está apretando la...— Me interrumpió antes de que terminase la frase.

—Vale, lo he pillado, no sigas— Se separó de mi cuerpo sentándose a horcajadas sobre mis muslos, y se levantó clavando las rodillas a los lados de mis piernas haciendo que saliese de él, para luego tumbarse a mi lado.

La cama era inmensa, pero se pegó como una lapa a mí, no me sorprendía a estas alturas. Apoyó la cabeza en mi hombro, puso una pierna encima de las mías, y me abrazó el torso con un brazo.

—Estás caliente— Dijo arrepintiéndose al percatarse de mi expresión. —La piel, el cuerpo, lo tienes caliente— Rectificó con una sonrisa y un leve sonrojo.

—¿Qué te esperabas?— Respondí. —No iba a estar muerto de frío después de follar.

—Me parece una palabra muy fuerte para nombrar lo que hemos hecho— Dijo él sin levantar la mirada haciéndome sonreír inconscientemente. —Y tampoco es que tengas que hacer mucho trabajo.

—¿Perdona?

—Me he movido yo más estando arriba que cuando lo estabas haciendo tú— Respondió en tono de burla.

—No sabes lo que dices, chaval— Dije con una risa. —Cuando seas tú el que da y no el que recibe, te darás cuenta.

—No va a pasar, porque sería ponerte los cuernos o dejarte— Justificó.

—¿Y por qué no puede ser conmigo?

—¿Cómo?— Me miró perplejo, haciéndome reír.

—Es broma, Martin— Dije viendo cómo su expresión volvió a cambiar. —Igualmente, tengo ventajas, porque yo puedo caminar normal después.

—Qué gracioso eres, ¿no?

—¿A que sí? Soy novio de catálogo, lo tengo todo— Bromeé y él rodó los ojos antes de cambiar de tema.

—Voy a grabar para la historia de Instagram— Dijo separándose de mí para alcanzar su móvil.

—Pero niño, estamos desnudos.

—Mi amor, nos tapamos con las mantas que están para eso— Se incorporó apartando las sábanas para gatear hacia la cortina.

Inconscientemente, mis ojos viajaron hacia otro lado mientras corría esa tela, abriéndola.  —Deja de mirarme el culo—  Mierda.

—Ni siquiera me estabas viendo— Dije cuando se volvió a tumbar.

—No necesito hacerlo, te conozco demasiado y sé de sobra que lo estabas haciendo—  Explicó encendiendo el móvil y abriendo la cámara. —¿O no?

—Pues sí, pero no me puedes juzgar— Respondí.

—Lo sé— Dijo egocéntricamente, poniéndose la camiseta del pijama y tapándose hasta arriba, dejando fuera solo los brazos.

Una tira de LED blanca en la pared detrás de nosotros y dos focos del mismo color a los lados de la cama iluminaban, y esa luz fue suficiente para que Martin pudiese capturar la imagen en vídeo en el reflejo del cristal que simulaba una burbuja rodeándonos.

—¿Te gusta?— Preguntó enseñándome la grabación y asentí. —Mañana lo subo, por si acaso.

—De repente aparece gente pegada al cristal, ¿te imaginas?— Bromeé con una risa.