POV: Juanjo
—¿Puedes calmarte, por favor?— Estaba sentado en una de las sillas de la terraza, Martin estaba levantado delante de mí, bastante nervioso.
—No, no puedo, me tiene cansado tu actitud de mierda— Se movía de un lado a otro llevándose las manos a la cabeza y hablaba con un fuerte tono de voz.
—Ah, ¿Encima la actitud de mierda es la mía? Tendrás cojones— A este punto, me reí para no llorar.
—¿Por qué te lo tomas todo tan personal? Tú puedes hacer todas las bromas que quieras y yo no, ¿verdad?— Tenía el presentimiento de que todo esto tenía que ver con bromear sobre invitar a Violeta a mi cama la noche anterior.
—¿Pero qué broma ni que ostias? Que te estabas liando con él, Martin, en mi putísima cara— Decidí mantenerme sentado para no alterarle más de lo que ya estaba. Ni a él ni yo mismo.
—¿Sabes cuál es la diferencia? Que él no me esconde para poder besarme, esa es la puta diferencia— Gritó inclinando su cuerpo hacia delante y guardó un par de segundos de silencio antes de volver a atacarme. —Tendría que haberlo hecho mucho antes, o directamente, nunca tuve que haberme liado contigo—
—Ah, bien de puta madre— Asentí con las ganas de llorar comiéndome por dentro, pero para él no fue suficiente.
—Eres un puto cobarde, Juanjo. Lo sabes, ¿Verdad?— Sonreía, pero detrás de esa sonrisa, podía ver el enfado y la rabia que escondía. —Vete espabilando y deja de fingir ser alguien que no eres— Se dio la vuelta para irse, y rápidamente me levanté y le sujeté la muñeca para impedirlo.
—Espera un momento— Le dio una fuerte sacudida a su mano para soltar la mía y se giró para mirarme exigiendo que no le tocase.
—Cuando seas suficientemente valiente para querer a alguien sin peros, me buscas. Si no piensas hacerlo, olvídate de mí ya— Desapareció por la puerta.
—Joder— Me desperté de un sobresalto incorporándome en la cama y respirando pesadamente, con el pálpito de mi corazón a mil por minuto. Siete y media de la mañana. Me dejé caer hacia atrás en la almohada llevándome las manos a la cara intentando calmarme, y más o menos, funcionó. Solo necesitaba quitarme de encima el peso del sueño que acababa de tener, y me levanté de la cama dispuesto a despertar con cuidado a Martin. Después de esa pesadilla, se me quedó en la cabeza la idea de que me iba a decir algo parecido si no hablaba tranquilamente con él.
Llegué a su cama, y le iba a sacudir suavemente los hombros para despertarle, pero encontré la libreta en la que escribía sus sentimientos reposando a su lado, media hoja estaba tapada a causa de que su mano estaba apoyada encima. El título de esos párrafos estaba escrito en mayúscula en la esquina izquierda de la página. "Juanjo". Mi nombre. Subrayado.
Lo de despertarle sólo para hablar era egoísta, ¿No? Y la libreta estaba abierta, técnicamente la leí sin querer. Con mucho cuidado para no despertarle, aparté su mano y cogí ese pequeño cuaderno. Volví a la cama y me senté sobre ella cruzando las piernas, y apoyé la libreta en el hueco que formé por sentarme de ese modo. Encendí la linterna del móvil ya que la luz natural que traspasaba las cortinas no era suficiente.
No me tomó mucho tiempo leerlo, pero sí me tomó por sorpresa el contenido del escrito, y me sentí la peor persona del mundo. Sentía que me comportaba con Martin en la realidad del mismo modo que él se comportó conmigo en el sueño del que acababa de despertar. Aparté la libreta y apagué la luz del móvil. Necesitaba ducharme y pensar en qué hacer, porque no pensaba dejar las cosas tal y como las dejé con el por la noche. Escondí el cuaderno debajo de la almohada y mi botella de agua sobre la cama para que mi nombre se viese, y nadie la usase hasta que yo volviese.
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𝙸 𝚠𝚒𝚜𝚑 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚊 𝚐𝚒𝚛𝚕 - Juanjo y Martin.
Romance"Mi hermano se ha enamorado de alguien que no va a volver a ver si no entra al programa, qué bonito" "Que no, joder. No sé qué os ha dado ahora por eso si sabéis que no me gustan los chicos. Y dejarlo ya, no quiero que le volváis a mencionar otra ve...