No sé si las palabras en este idioma, derivado de una lengua romance, son suficientes para describir lo que siento en este momento. Quizás sea parte de mi imaginación, pero la situación me está afectando profundamente. Desearía verlo frente a mí, con sus ojos brillando al verme, esa sonrisa que refleja el amor que me tiene.
La vida a veces no es justa con nosotros. Ser humanos implica enfrentar desafíos, y este es uno de esos momentos. Nunca pensé que la ausencia de alguien pudiera afectarme tanto, especialmente cuando esa persona ha estado presente desde antes de que yo llegara a este mundo. Me duele no poder acompañarlo en este camino difícil, me habría gustado estar a su lado dentro de esas paredes blancas como agradecimiento por todo lo que ha hecho y sigue haciendo por mí.
Cuando me avisaron que podría ir a verlo, sentí alivio. Pasaron cinco días desde la última vez que lo vi antes de que ingresara para cuidar su salud. No poder entrar me entristeció profundamente. Dudas y angustias surgieron en mi mente, preguntándome si volvería a verlo. Pero me alegré enormemente cuando hicimos la videollamada y lo vi. A pesar de estar en esa cama, lucía igual que siempre. Aunque la pantalla no sea la mejor opción, verlo sonreír y reír mientras hablábamos me dio un gran alivio. Lamentablemente, no pudimos mantener la conversación por mucho tiempo, hubiera sido divertido.
En la víspera de Año Nuevo, al sonar las 12:00 am y al terminar nuestras oraciones por su salud, una sensación de vacío me invadió nuevamente. Aunque mi actitud podría parecer indiferente para quienes me rodean, no refleja la preocupación constante que tengo por usted. Mis ojos se nublaron y algunas lágrimas escaparon, revelando la lucha interna entre la fortaleza exterior y la vulnerabilidad interior que siento en mi corazón.
A través de este medio, quiero recordarle cuánto lo amo y aprecio. Agradezco cada momento que hemos compartido juntos, pero también anhelo su pronta mejoría y recuperación. Usted tiene el poder de levantarse de esa cama, de caminar y disfrutar más tiempo con nosotros. Me cuesta mucho expresar mis sentimientos, no he llorado mucho, pero cada vez que pienso en su situación, el miedo de perderlo para siempre regresa.
No tengo poderes mágicos, pero estoy seguro de que con un esfuerzo extra, superará este difícil momento. Hay muchas experiencias más por vivir a nuestro lado, más risas y sonrisas, lágrimas de felicidad y tristeza, pero todas ellas compartidas con quienes lo aman y valoran. Mantenga una mente positiva; sé que no es fácil en su estado, pero si lucha, verá cómo las cosas mejorarán. Usted es alguien con mucho por dar, ha sido un abuelo maravilloso, y le pido de todo corazón que no se rinda y que permanezca con nosotros durante muchos años más.
Este año es mi graduación y deseo enormemente verlo en uno de los asientos, feliz y orgulloso por verme recibir ese diploma por el que he luchado tanto.
Con todo mi amor,
Nick
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Galaxia
RandomLa escritura trasciende más allá de la simple plasmación de pensamientos; es la manifestación de vivencias que han dejado huella, un viaje a través de mundos entrelazados. Cada historia, poema, novela, microrrelato y demás obra literaria es como un...