Tuyo - GuapoDuo

Capítulo 16

Al parecer Etoiles quería celebrar ese suceso a lo grande por lo que no dudó en llamar a sus conocidos y rentar una casa para la fiesta. Varias personas se hicieron presentes y cuando menos lo esperaron el lugar se encontraba lleno. La música retumbaba por todos lados, sin duda alguna su representante hacia maravillas. 

- ¡Hola pendejo! – Bagi grita sobre la música cuando encuentra a Roier sentado lejos de la fiesta. - ¿Qué haces aquí? 

- No tengo muchas ganas de bailar hoy.  

- Esas son tonterías, tú amas bailar. – Extiende su mano para que la tome.  

- No, no, en verdad estoy un poco cansado. -  Agita su mano de un lado a otro. 

- ¿Por favor? - Hace un puchero.

- Rueda los ojos con una sonrisa. - Bien, sólo un rato. – Sonríe tomando su mano y ríe al escuchar su chillido de felicidad. 

A lo lejos, Cellbit miraba la escena y suspira al ver como su gesto cambiaba a uno un poco decaído aunque Roier tratara de ocultarlo con una sonrisa. Seguía pensando en cómo palmeo su hombro y sólo evadió el tema en lugar de hablar. Lo estaba repitiendo, una vez estaba actuando por los dos pensando que estaba haciendo lo correcto. Sus pensamientos negativos no lo dejaban y cuando menos lo esperó bebió todo el contenido de su vaso a este paso terminaría embriagándose; claro que con todo esto no se dio cuenta de que cierta persona lo observaba molesto.

- ¿Vas a hablar con él o tengo que volver a ser su novio para que vuelvas a buscarlo? – Quackity se sienta a su lado una vez las personas a su alrededor se habían marchado.

- Carraspea tratando de ocultar el pequeño susto que este le dio. - ¿De qué estás hablando? – Aparta la mirada de Roier y la centra en el de gorro.

- Cuando él y yo éramos novios te acercaste y le hiciste ver que estabas ahí y lo mucho que te gustaba. - Se recarga en el respaldo del pequeño sillón. - ¿Qué cambió ahora? Está ahí esperando a que tú te abras y lo dejes entrar en tu vida.

- Él dice que... - Quackity niega interrumpiéndolo.

- Él te dice que está bien y que lo entiende, pero Roier es así. Jamás te dirá lo mal que lo hace sentir con tal de que tú estés bien. 

-¿Por qué lo hace? ¿Por qué no lo habla? - Lo mira confundido. 

- Levanta una ceja serio. - No creo que seas el más adecuado para decir eso. 

- Rueda los ojos y aparta la mirada. - Sólo quise darle su espacio, todo lo que estaba pasando era muy injusto y... 

- Si era tan injusto, ¿dónde estuviste para apoyarlo? - Esto hace que el brasileño lo mire. - Yo tuve que ayudarlo, yo tuve que hacerme cargo y, no me malentiendas no me molesta hacerlo, pero él esperaba que tú también estuvieras ahí para él. 

Al no recibir respuesta Quackity decide seguir hablando, le podría reclamar sobre cómo hizo las cosas en el pasado, pero ese no era ni el lugar ni el momento. Por el momento lo único que buscaba era hacer feliz a Roier.

– Mira a su mejor amigo y sonríe. – Roier merece ser feliz, siempre trata que todos estén bien, incluso si eso termina con destrozarlo. – Un largo suspiro sale de sus labios sin borrar su sonrisa. – Te ama, es muy obvio ¿Qué te impide decirle lo mismo? Ustedes dos iluminan la vida del otro, tú no dejas de reír y sonreír y él... bueno, lo entrega todo y se conforma con lo poco que le dan. – Borra su sonrisa y mira al guitarrista. – Mira Cellbit, Roier es mi mejor amigo y mi hermano. Es mi familia y si tú no estás listo para darle lo que merece mejor aléjate antes de que lo dañes más. Pero si en verdad lo amas ve y habla con él, porque ese cabrón con cara de pendejo te ama más de lo que te imaginas.