Capítulo 5

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El día de la fiesta había llegado, aunque Cellbit había imaginado una reunión más pequeña para celebrarlo entre amigos olvidaba lo amistoso y extravagante que era su mejor amigo. Y es que vamos, The Sound se conocía como la banda más famosa y con un éxito enorme mundialmente; sus canciones se escuchaban por todas partes desde su debut. La banda había nacido como un pasatiempo en la universidad y que ahora sus vecinos los conocieran más como un integrante de la banda que su vecino de años era algo sumamente impactante para cada uno de ellos.


- ¡Es increíble! – Gritó Baghera haciéndose escuchar por encima de la música.

- ¿¡Increíble!?, This is fucking amazing! [¡Esto es jodidamente increíble!] – Slime mira el lugar mientras sostenía la mano de Mariana a su lado. – Vamos, quiero bailar. – Y sin más jaló al chico hacia la multitud.


Cellbit observaba todo con una sonrisa, ni en sus más locos sueños se había imaginado en una fiesta de esa magnitud con personas que admiraba y ahora podía darse el lujo de saludar.


- ¿Invitaste a alguien? – La rubia le entrega un vaso con lo que suponía era cerveza.

- Bueno, le dije a Roier sobre la fiesta.

- No suena como una invitación, pero al menos esta vez lo mencionaste.

- Juro que trato siempre de invitarlo a salir, solo no sé qué pasa conmigo que termino hablando de cualquier cosa.

- Se le llama amor, C. Tranquilo, honestamente parece que ambos se encuentran en la misma posición. – Su mirada se centra en un lugar y sonríe al ver a las personas que esperaba. – Ahora, tienes que agradecernos por conocerte y ahorrarte el mal rato.


El guitarrista la observa confundido hasta que esta lo hace mirar hacia la misma dirección. Ahí estaba él, sonriendo, luciendo divertido e incluso bailando junto con sus amigos. Sin más que decir, Baghera lo guio al lugar. 


- ¡Bienvenidos! – Los saludó sonriente.

- ¡Baghera! – Roier la abrazo con mucho entusiasmo. - ¡Gracias por la invitación!

- No hay problema ¡Diviértanse! – Fue lo último que dijo para después desaparecer entre la multitud.

- Hola gatinho, me gusta tu cambio. – Dice al notar el pequeño mechón blanco.

- Yo... sí, gracias. Los chicos insistieron en que debía dejar de pintarlo y dejarlo al natural. – Ambos se quedan sonriendo hasta que salen de su trance. – Claro, t-tú también estás bueno.


Antes de siquiera notar su error gramático, Roier comenzó a reírse por lo antes dicho, Cellbit no pasó por alto el sonrojo que comenzaba desde su nariz para después esparcirse por su rostro. Una de sus cosas favoritas del fotógrafo.


- No, no, digo, estás lindísimo también. – Se corrige haciendo ademanes con la mano.

- Dios... l-lo entendí, Cellbo. – Trata de calmarlo entre su risa.

- ¿Viniste solo? – El chico niega volteando hacia atrás, aunque una expresión de confusión se hace presente.

- Vine con Aldo, Rivers y Quackity, pero al parecer ya se fueron... - Se encoge de hombros. – Deben de estar por ahí.

- Si estás solo, ¿quieres quedarte conmigo? Tal vez podamos bailar... - Antes de recibir respuesta alguna el castaño ya lo estaba jalando hacia la pista.

Tuyo - GuapoDuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora