Capítulo 6

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La fiesta terminó y ahora solo se encontraba el grupo y sus amigos más cercanos en el jardín disfrutando de la noche mientras platicaban sobre distintas anécdotas durante la universidad y adolescencia. Entre diferentes temas, Pac se animó a preguntar sobre la llegada de Quackity y Roier, a quienes jamás había tenido el placer de conocer hasta esa noche. Los chicos le narraron su gran travesía desde México hasta Los Ángeles y uno que otro detalle que lo desorientaron.

- ¿Entonces ustedes dos fueron pareja? – Pac lucía confundido ante la nueva información revelada.

- Ya te lo repitieron varias veces, Pac. - Cellbit se burla por la expresión de su amigo.

- Caralho, mano. Jamás me lo habría imaginado. - El chico los sigue viendo con sorpresa. - ¿En serio fueron pareja?

- Digamos que sí. – Quackity se encoge de hombros.

- ¿Cómo que "digamos que sí, culero"? – Roier lo mira ofendido. – Me quitaste un año de mi vida.

- No chingues, Rogelio, ustedes no parecían pareja. – Interviene Mariana divertido. – Jamás había visto una relación tan muerta como la de ustedes, apenas si se besaban, nada más andaban cog- Aldo le pega en la cabeza para callarlo.

- Cállate, mono, no tienes que andar contando lo que no te importa. - Aldo susurra al chico. 

- No quita que estuve un año completo a su lado. – Roier interviene a lo que Quackity rueda los ojos por el reclamo. – Y no me estés rodando los ojos, pinche mierda. - Entrecierra los ojos. 

- Como haya sido, jamás funcionamos. – Hace un ademán restándole importancia.

Y era cierto, Roier y Quackity siempre fueron mejores amigos desde que eran dos adolescentes cursando la preparatoria.


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Como ya era de costumbre, la familia de Alex invitaba a Roier a comer a su casa además de cuidarlo como si fuera parte de la familia. Su rutina se basaba en llegar de la escuela y pasar tiempo en el cuarto del de gorro, hablando un poco de la vida mientras se recostaban en el suelo y escuchaban canciones que ambos amaban hasta que los llamaran para comer. Y ese día no era la excepción.


- ¿Qué te gustaría estudiar? – Roier pregunta sin previo aviso.

- Quackity suspira saliendo de su ensoñación. - No lo sé, a veces quisiera ser boxeador o músico. – Indaga entre sus pensamientos. – Aunque sé que eso jamás pasará. - Se quita su gorro para estar más cómodo.

- ¿Por qué lo dices? - Voltea a verlo con el ceño fruncido.

- Porque debo pensar en mi futuro y poder agradecerles a mis papás por todo lo que han hecho por mí. Pensar en una carrera de boxeador es complicada y toma mucho tiempo y ser músico... no lo sé. 

- Tu mamá te apoyaría, te quiere mucho. – Sonríe. - Además siempre está diciendo "A mí sólo me importa la felicidad de mi Quacks." - Imita el tono de su madre.

- Lo hace. - Sonríe recordando a su mamá y lo atenta que siempre era con él. - ¿Qué hay de ti? – Voltea su cabeza para observarlo con atención. - Debe de haber algo que te encante hacer. - Regresa su atención al techo.

Tuyo - GuapoDuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora