Somos Solo Dos - Mictia x Daarick

[6] Recuerdos Conflictivos

| WA |

Volví a publicar el capítulo pq se bugueo medio raro.

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Gente, ya regresé a la U, pipipi
Sumando eso con mi trabajo de medio tiempo y mis actividades personales. Trataré... Trataré de mantener un lapso corto entre actualizaciones... Trataré

No prometo nada, porque eso de dejar historias abandonadas se me dio muy bien en el pasado (xD)
Pero si trataré, me está gustando mucho escribir está vaina.

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Uno... Dos
Uno... Dos
...
Respira...

Incapaz de mantener la respiración constante, mantenía un inútil esfuerzo por acumular aire mientras el frío recorría lentamente su espalda baja, alcanzando sus hombros y sus brazos. Una sensación desagradable que se convertía en un estado de mareos constantes.

Murmullos a su alrededor a la par de risas contenidas se mezclaban en su cabeza mientras batalla para poder mantenerse de pie. Sus ojos estaban nublados, una neblina causada por las lágrimas que se habían acumulado en las comisuras de sus parpados.

Respiraba pesadamente a la par que apretaba su mordida en un desesperado intento por reprimir aquellas lágrimas que amenazaban con salir a la par de su mandíbula titubeante.

«Uno... D-D-Dos... Res-Respira...» Seguía repitiendo en su cabeza, con una voz de serenidad en su cabeza... Queriendo calmar la tormenta que la envolvía.

-Para que dejes de llamar la atención. -Una voz resonaba ante todas, una voz masculina pero joven interrumpía su momento de tranquilidad, era una voz directa... Una voz que se dirigía a ella. -Todos te conocerán como eres, Mictia.

Yacía una joven Mictia en el suelo, apretaba sus dientes con tanta firmeza que las encías ardían por la sensibilidad que le causaban los Brackets.

Separaba sus labios ligeramente, en un grito ahogado tomando todo el aire que sus pulmones le permitían almacenar en un vano intento de levantarse. Pero sus piernas no parecían querer responder, hoy nadie estaba con ella. Estaba sola.

Estaba tan sola, que ya no importaba si lloraba, ya no importaba si gritaba... Igual nadie la escucharía.

Las miradas no se detenían, indudables y tajantes como navajas, se posaban ante ella y la observaban con sentimientos indescifrables rozando su ser, que dejaba heridas que ardían en su mente, deseando... Anhelando desaparecer.

A nadie le importaría.

Únicamente podía mirar al suelo, su intento de respiración había fallado, finalmente rendida, dejo de esforzarse en retener el llanto, liberando cada lagrima agria sobre el asfalto, liberando gritos llenos de colera en busca de cesar las voces de las personas que la rodeaban. Deseando gritar tan fuerte para quedarse sin fuerzas y solo dormir.

Deseando que solo fuera un mal sueño, y que esas voces se detuvieran... Que todas esas voces, la dejarán de seguir.

Todas las voces murmurando.

Todas las voces juzgando.

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- ¿¡A quien le toca el párrafo Cinco!? -Se escuchaba la voz de una mujer pronunciar con brusquedad mientras recorría el aula con la mirada.

-Mictia... PST. -Una chica de cabello café deslizaba su brazo dándole un codazo a Mictia. -Lee esta mierda, rápido. -Le susurraba mientras señalaba un párrafo específico del libro en la mesa.