Legado (Supercorp) (editando)

Capitulo 5

National City

Tierra Prime

Departamento de Kara

Lena Povs

Despertar completamente desnuda, empapada de sudor y otros fluidos en la cama de Kara no era como imaginaba pasar el sábado en la noche, pero la verdad es que no puedo quejarme, mentiría si dijera que esto no me alegraba, aunque sea un poquito, aunque la experiencia sería mucho mejor si mi cuerpo no estuviera ardiendo en fiebre y me produjera un dolor que imposibilitaba vivir.

–Bien– fue la respuesta de Kara antes de bajar de la cama, para empezar, quitarse las prendas inferiores que era lo único que llevaba puesto junto con sus zapatos – hagamos que deje de doler–murmuró desvistiéndose por completo, fijé mi vista en sus fuertes brazos, tenía un cuerpo atlético muy tonificado, su abdomen marcado con cada línea de definición, las inferiores delineaban una V que descendía a su...

–¡Oh por dios! – grité llevando mis manos a mi boca por la impresión de ver el miembro de Kara erecto en todo su esplendor y gloria, aunque ya lo había visto antes aquella noche en mi departamento sabía que era grande, pero ahora parecía simplemente enorme, era unos tonos más claros que el resto de la piel del cuerpo de la rubia, y la punta estaba completamente roja y brillosa, goteaba un líquido transparente, las venas estaban furiosamente marcadas parecían a punto de estallar, y podría jurar que está palpitando, instintivamente un gemido escapó de mi boca, cosa que hizo que la rubia fijara su mirada en mí, pude apreciar como su mandíbula se tensó antes de que Kara comenzará a romper un envoltorio plateado, miré confundida observando el artículo, antes de abrir los ojos indignada al reconocer lo que era, de inmediato me incorporé apresurándome hacia ella – no Kara– dije gateando sobre la cama para acercarme y detenerla, ella no podía usar un condón conmigo.

–No podemos hacerlo sin esto– dijo mientras continuaba sacando el preservativo con cuidado.

–Tengo un implante subdérmico– expliqué nerviosa por alguna razón, algo dentro de mí me decía que la detuviera, que no dejara que usara ese invento del mal, volví a colocar mi mano sobre la suya, obstaculizándole el trabajo, la rubia solo me miró algo tensa, volviendo a negar tratando de apartar mis manos, tengo que convencerla– quiero ser tuya sin nada de por medio – le susurré muy cerca de su rostro, Kara apretó la mandíbula sin emitir ningún sonido, aun no se había puesto el condón– por favor alfa – dije despacio mirándola a los ojos , retrocediendo en la cama, bajo la atenta mirada de la rubia, Kara tiró el condón al suelo y subió a la cama gateando hacia mí, de repente noté que sus ojos azules claros se habían oscurecido, por alguna razón eso me dio miedo así que retrocedí más rápido para poner un poco de distancia entre nosotras sobre la cama.

–No hay escapatoria Lena Luthor– murmuró con un sonrisa maliciosa colocándose encima de mí a una velocidad impresionante a pesar de que no tenía sus poderes, sus fuertes brazos estaban posicionados a cada lado de mi cabeza, antes de que pudiera protestar me beso, podía sentir su dureza húmeda y caliente sobre mi vientre, gemí en medio del beso, Kara abandono mis labios para descender a mi cuello, una de sus manos sostuvo uno de mis senos, pellizcándolos a su paso, provocándome oleadas leves de placer, yo lleve mis manos de sus hombros a su espalda, acariciando cada centímetro – Eres mía– dijo separando mis piernas, y acomodándose en medio de ellas, Kara llevó su miembro a mi centro, dándome una mirada de lasciva antes de comenzar a entrar lentamente.

–¡Ah! – chillé mientras su pene iba abriéndose camino dentro de mí, ya había tenido relaciones sexuales antes y no dolieron tanto como ahora, por instinto apreté los dientes y me abracé a la espalda de la ojiazul, dejando salir quejidos en su oreja, tratando de aguantar las punzadas que cubrían mi interior a medida que su miembro iba apoderándose del lugar, podía sentir el ardor en mis ojos y las lágrimas empezar a acumularse, así que los cerré, esperando que el dolor pase cuando esté completamente dentro, sin embargo, noté que Kara se detuvo– ¿ya...?– pregunté un poco aliviada, dejando salir un suspiro.