4 de agosto de 2021, en los octavos de la Copa Argentina, se llevaba a cabo el superclásico en el Estadio Único. Ayer, Marcos le había mandado un mensaje de disculpas bastante desagradable y hoy estaba allí, en la formación antes de entrar, dedicándole la sonrisa de canchero más descarada de lo que podía. Le guiñó el ojo cuando cruzaron miradas, y él solo lo miró mal. Supo, por la expresión amenazante que puso cuando separaron miradas, que el partido iba a estar complicado. Todos los clásicos lo eran, pero este tenía un sabor especial.
No era la primera vez que se enfrentaban estando enemistados. En marzo y mayo anteriores, se habían enfrentado, y no le dio mucha importancia debido a que en uno de ellos porque Marcos entró recién en los 74', y en el otro porque ni bola le dio, además habia salido relaivamente temprano del partido, aunque se comió una amarilla por estar desconcertado viendo al pelotudo que le gustaba. No podía negar que no medía la fuerza de sus patadas, barridas o cualquier otro movimiento cuando estaba jugando contra Marcos, ni tampoco las medía contra él. Este clásico tenía un sabor distinto, aunque no sabía exactamente por qué. Cuando salió al campo, comenzó el partido y también el enfrentamiento con Marcos.
No habían pasado ni 20 minutos, y su Marquitos ya lo había ido a presionar como 10 veces innecesariamente, a veces cuando ni tenía la pelota. Pasaba a su lado y ya le dedicaba comentarios de mala leche. No lo dejaba en paz, lo seguía a todos lados, lo presionaba cada que tenía la pelota cuando ni era la posición que le correspondía y ya lo estaba hartando. Se le pegaba en cada ocasión disponible, y si no la había, la creaba. Buscaba su atención, buscaba el contacto con él. Si la quería, la iba a tener, así que él tampoco se quedaba atrás. Estaba tan caliente. Y de las dos formas. Marcos se restregaba totalmente intencionalmente detrás de él, en cada córner, en cada oportunidad que disputaban la pelota. Lo hacía con todas las ganas posibles, se restregaba a propósito contra su cuerpo, acompañado de cada toque de más. Para desestabilizarlo, supone. Que se desconcentre, que pierda el dominio del balón y del juego. A los 22' fue amonestado por el árbitro Loustau, y eso tenía que ver casi exclusivamente con Marcos. También con Ramírez, que fue al que le hizo la falta, pero eso era aparte.
39', córner para Boca, él había ido a cabecear. Marcos, como lo esperaba, se le pegó atrás, pero se ve que tenía ganas de algo más. Pegó su pecho a su espalda, agarrándolo de la cintura, presionando contra él y apoyándole todo. Todo. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo cuando sintió la presión en su parte baja, y tembló bajo su tacto. Marcos se rió contra su oído al sentir su cuerpo vibrar, y eso lo puso más nervioso. No se le despegó un segundo, y cuando se giró a putearlo este no hizo más que reírse y tirarle un besito, para ese momento era un manojo de nervios, se perdió cuando Álvarez pateó el centro, lo que hizo que fallara el salto y la pelota pasara sin cabecear. Jugada preparada. La falló.
-La puta madre que te parió, Marcos. Dejate de joder un poco.- Le gritó cuando estaban volviendo para el saque de arco. Estaba enojado más aún, abuso de algo que sabía que lo iba a joder y se podía ir bien a cagar. Podía joder con lo que quisiera, pero con eso no. Lo miró frunciendo las cejas, enojado. Marcos solo sonrió.
-Hola, chiquito. Me había olvidado de tu voz ya. ¿No te salió la jugada? Mala suerte- Ay Dios, lo odiaba. Se ponía insoportable cuando quería, hoy estaba dando la nota. Le grito que era un puto y la próxima vez que lo jodiera le iba a pegar, sin importarle una segunda amarilla.
El partido siguió sin ninguna gran oportunidad de gol para ninguno, pero Marcos le seguía pegando, puteándolo y gritándole cada cosa sin razón. Él le respondía todo e iba al choque. Estaba realmente enojado y el otro parecía que se lo tomaba a broma. Cuando en una pelota divdida, la pelota se estaba por ir, él la corrió siendo seguido por Izquierdoz para poder ver si la alcanzaba. La pelota pico y se fue, pero igual el cuerpo grande y robusto de Marcos lo pecho. Por nada, aparecio de la nada y lo pecho. Lo insulto y se pusieron a pelear, aunque sabían que su enojo no era por el partido.
ESTÁS LEYENDO
Los infieles [Enzo Pérez x Marcos Rojo]
Fanfiction "-𝑆𝑖 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑙𝑎 𝑎𝑚𝑎𝑠, ¿𝑝𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒́ 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜? -𝑇𝑒 𝑎𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑎𝑚𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑣𝑜𝑠" ➣Inspirada en la canción de Romeo Santos (Aventura) con el...