Azul [Gojo Satoru X Suguru Geto] [SatoSugu]

Capitulo 12: Puedo Estar Enamorado.

Un rey obsecionado.

"¡Esto es terrible! ¡Es un asco!"

"¡Es intolerable! ¡Ya hemos aguantado tu osadía, Gojo Satoru!"

"Te has estado burlando de nosotros"

"¡Nos has amenazado!"

"¡Suguru Geto, debe morir!"

"¡Su estadía aquí ha provocado grandes desastres!"

"¡Casi mueren todos los estudiantes de Jujutsu Tech! "

"Debe ser ejecutado, Sukuna, destrozará todo a este paso, si la copia se queda"

"Morirá junto con Itadori Yuuji"
Satoru lanzó azul contra una pared a la izquierda, provocando una enorme explosión que terminó por destruir el ala este del templo "Fuaaa y ese fue un ataque débil ¿Eh? Supongo que aún no puedo tratar de ser suave"

"¡Te estás pasando! ¡Incluso saltaste de un avión, por defender a lo indefendible! ¡A vista de tanta gente, no podemos alterar el orden!"

Una risa salió de su boca al mismo tiempo que los encerraba, incluyendose, con la cortina maldita "Purifica lo impuro..."

"¿¡Acaso atentas contra nosotros?!"

"Si no cierra la boca, es precisamente lo que no pienso hacer... Atentar es muy poco para lo que merecen, déjenme decirles algo, malditos sacos de huesos y arrugas"

El ambiente se sentía tremendamente pesado y los jadeos sorprendidos de los ancianos no tardaron en oírse al instante, la madera del templo comenzó a temblar desesperadamente y con ello, solo crecía la desesperación del consejo de hechizería.

"Nadie tocará a Suguru Geto, los masacraré si se atreven, me haré cargo personalmente de hacerlo volver a su mundo y la obsesión de Ryoumen Sukuna terminará, haré que el recipiente Yuuji Itadori sea capaz de controlarlo más y ustedes, vejetes, podrán disfrutar sus malditos años de vida restantes sin morir del miedo, como los patéticos gusanos que son, ahora, si me disculpan... Debo ver como se encuentran mis estudiantes y mi colega"

Hace días atrás.

Suguru sentía su cuerpo pesado, sus extremidades dolían como los mil demonios y sentía la garganta seca, a esto, se le sumaban sus párpados pesados y la terrible migraña, que persistía sin querer abandonarlo.

La intensa luz de la mañana lo recibió seguido de un movimiento rápido y la sensación de presión en su mano.

"Estás despierto"

"Oh... Tú... Satoru"

"Llevas dormido un buen rato, creí que no despertarías"

Satoru bajó la venda de sus ojos para dejar ver sus zafiros resplandecientes, se inclinó a un lado de la cama y dejó caer su cabeza contra la almohada cercana, mirándolo directamente, con el típico puchero que hacía cuando algo le preocupaba o disgustaba.

"Itadori ¡Él...!"

"Está vivo"

"¿Qué?"

"Creo que hizo una especie de contrato con Sukuna, pero al menos, no murió, él está bien, de hecho, está preocupado por su profesor"

El alivio lo recorrió de inmediato, una hermosa sonrisa salió de sus labios y volvió a cerrar sus ojos, suspirando y casi sintiendo que podría llorar en cualquier momento "Eso es... Un alivio"

"Creo que se te ha hecho costumbre preocupar a todos, Mimiko y Nanako no han parado de llorar, se encuentran ahora conscintiendo a Megumi, agradecidas porque evitó que murieras"