Todos alguna vez hemos tenido un período azul, pero desde la muerte de su mejor amigo, la vida para Gojo Satoru comenzó a ser completamente azul.
Hasta que lo conoció a él, la inversión opuesta de su ritual, rojo.
Pero lejos de ser rojo él era él y...
"Entonces, Suguru Geto, según las normas que respectan a la hechicería, por causar la muerte de un hechicero de primer grado, Nanami Kento, por causar la muerte de un hechicero de segundo grado Takuma Ino, por dejar libre y confuabular con la maldición de grado especial detectada como Mahito, desobedecer una atadura celestial y eliminarla con métodos poco ortodoxos, provocar un desastre en Harajuku abiertamente con la maldición de grado especial Ryomen Sukuna y no cumplir con la orden de ejecución del infiltrado Junpei Yoshino e Itadori Yuuji, por las normas del jujutsu, morirás aquí y ahora"
Suguru soltó una suave risa, los pergaminos y talismanes de restricción detenían su cuerpo con lo que parecía ser una túnica blanca de fuerza, sus pies encadenados y su cuello portando una cadena maldita que poco a poco se apretaba si hacía algún movimiento sospechoso. La habitación con poca iluminación, dejaba que el brillo rojo fuera relativamente tétrico y su boca estaba amordazada con un troso de tela ensangrentado.
Su frente goteaba sangre y sus hombros temblaban producto de la ira e histeria que estaba sintiendo en esos momentos.
Un mundo realmente corrupto, soltó un suspiro, las voces de los ancianos clamaban a coro la ejecución y una en especial lo hizo estremecer "Satoru Gojo, el hechicero más fuerte, se encargará de la ejecución del hechicero maligno, próspero a alcanzar la paz" y ahí frente a él estaba el albino.
Luciendo la venda oscura de sus ojos y sus cabellos levantados, se acercó lentamente al pelinegro extendiendo su brazo y dedos hasta él. Con el destello azul siendo la nueva iluminación de la sala.
Suguru sonrió, agachando la cabeza mientras negaba suavemente, estaba destinado a morir en manos de su mejor amigo ¿Verdad? No había nada que pudiera hacer. La decepción en el semblante del contrario era notoria y Suguru solo pudo sentirse culpable por obligar a su amigo a asesinarlo una segunda vez.
"Tus últimas palabras, viejo amigo"
La mordaza fue retirada de su boca por Utahime y MeiMei, mismas hechiceras que estaba siendo partícipes de la ejecución "No me arrepiento de nada"
¿Cómo había llegado a ese final? ¿Había perdido? ¿Su plan había fallado? ¿Maki Zenn'in fue inteligente y lo traicionó al final?
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La mañana siguiente floreció tan temprana como la relación que estaba manteniendo con Satoru, sus ojos se abrieron tan pronto la luz se filtró entre las cortinas, un quejido salió de sus labios por sus músculos entumecidos y una presión en su brazo izquierdo y su pecho. Miró hacia abajo y sintió que los cabellos sedosos de alguien le picaban la barbilla y le hacían cosquillas, sintió una mejilla restregarse contra su piel desnuda, los recuerdos golpeando su mente de forma inmediata hicieron que sus mejillas adquirieran un tono rojo profundo y llevó su mano libre a cubrir lo que podía de su rostro.