Tú, Eres Mía ( Wenclair G!P )

Capitulo 8 💞

- Enid, amor despierta- Ajax movía el pequeño cuerpo de su esposa - me
tengo que ir, además te llamaron de una pastelería.

Aquello hizo que Enid abriera sus ojos, ¿Una pastelería? porqué razón la
llamarían de ahí, se incorporó y frotó sus ojos con el dorso de su mano y
bostezó.

-Cuál es el nombre de la pastelería? -preguntó ella aún adormilada

-La joven no me lo dijo -le tendió el móvil a Enid- solo que habías ordenado unos cupcakes y ya estaban listos.

La rubia fue a su historial de llamadas y casi se le va el corazón despertándola  por completo, « Merlina » decía, la había marcado cuatro veces.

-T-tú ¿ hablaste de a-algo más?-preguntó ella asustada y tartamudeando pero
Ajax no pareció darse cuenta.

-No, solo dijo eso y colgó-  la rubia asintió- ¿por qué ordenaste cupcakes , si tú los preparas muy deliciosos?

-Para apoyar, es una pastelería pequeña que abrió hace poco.

-Que linda mi esposa, siempre tan buena -sonrió acariciando su rostro- ya me tengo que ir.

Enid asintió y después de unos cuantos besos Ajax ,se fue de casa, la soledad de Enid había vuelto.

                                  ∞∞∞∞

Una semana había pasado y desde entonces Merlina y Enid no habían vuelto a hablar, la pelinegra moría por enviarle un mensaje pero no quería parecer una intensa , ya suficiente tenía con la escena que hizo con el esposo de Enid.

La  pelinegra esta mañana se encontraba entrando al gimnasio para realizar
su rutina diaria de dos horas de duración, primero comenzaría con un hip trust
y terminaría con unas sentadillas básicas pero añadiendo peso, al terminar
se metió a los vestidores y se bañó para salir del gym.

Iba caminando por un parque cuando vio cierta cabellera que sabía perfectamente a quien le pertenecia, su corazón dio un brinco que no supo interpretar y se acercó a la rubia que hacía estiramientos.

- Enid - llamó desde atrás.

Los nervios de la rubia aparecieron y con lentitud giró hasta encontrarse con
los ojos de Merlina que la miraban con añoranza.

- Merli -dijo y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro-¿Cómo estás?

-Me gustaría decir que bien, pero cierta rubia no se ha contactado conmigo y la verdad eso me tiene mal.

Y ahí estaba el lado seductor de Merlina saliendo a flote, Enid miró a ambos lados comprobando que no había nadie alrededor, una vez hecho eso se acercó un par de pasos a Merlina.

-Lo siento mucho -fingió tristeza - ¿y qué puede hacer esta rubia, para que te sientas mejor?

La  pelinegra rio por lo bajo, Enid iba a ser su perdición sin duda alguna, es que la forma en que la miraba debería ser ilegal, eso de fingir inocencia no estaba bien.

-Tú sabes muy bien ,lo que quiero.

Antes de responder la rubia tomó su botella de agua y bebió de esta ,dejando que el agua se escurra por las comisuras de su boca dejando mucho a la imaginación de la pelinegra la cual había volado por los cielos despertando a su amigo de abajo y aquello no pasó desapercibido por Enid, que arqueo una ceja y sonrió.

-Parece que necesitas ayuda ahora mismo y como soy una persona que se hace cargo de sus actos te ayudaré con eso -dijo apretando la entrepierna de la otra.

Se colocó sus lentes oscuros de sol y tomando la mano de la pelinegra ,la guio
hasta donde estaba su camioneta, ambas subieron y la rubia condujo hasta su casa.

-Tienes una casa bastante grande -comentó Merlina observando la propiedad.

-Así es señora pastelera -reprimió una risa.

-No me lo recuerdes que se me vuelve a bajar la presión.

Enid  de un salto se colgó del cuello de Merlina envolviendo sus piernas
alrededor de su cadera y comenzó a besarla, la pelinegra correspondió el
beso al instante mientras masajeaba el trasero de Enid ,que al estar en pantalones pegados de licra se notaban a la perfección, eran grandes y muy bien formadas.

Los besos de Merlina empezaron a descender hasta las clavículas de la
rubia robándole más de un jadeo, mientras esta se sujetaba fuerte del cabello negro.

-Mi habitación está arriba, no creo poder aguantar mucho tiempo si sigues
succionando mi piel de esa manera.

-Está bien bebé, te llenaré tanto que no querrás volver a alejarte por tanto
tiempo de mi -dijo dándole  una nalgada a la rubia.

-A-ah - gimió - lo espero con ansias mami.

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Gracias por apoyarme en esta historia chic@s.