La rubia llegó a la casa de sus padres llorando, no era justo que siga sufriendo después de tanto. Si, se equivocó pero ya había pagado con creces sus errores.-¿Papá?
Enid habló pero nadie en casa contestó, parecía que no había nadie así que dejando sus maletas en la sala subió al segundo piso, su intención era ir hacia su antigua habitación y cuando estaba caminando hacia el lugar mencionado la luz de la oficina de sus padres llamó su atención, tal vez no estaba sola como pensaba.
Caminó a pasos lentos hasta que llegó a la puerta, su mamá hablaba por teléfono por lo que prefirió quedarse ahí esperando.
-Que sí, niña -decía la mujer- todo está bajo control.
La conversación era normal y parecía que se tornaría larga, así que decidió irse pero
cuando giró lista para marcharse y meterse a su habitación, su madre pronunció un
nombre que la hizo detenerse.-Maddie, la modelito ya es tuya -soltó congelando a Enid- yo ya hice la parte más
difícil, ahora te toca a ti seguir diciendo que el bebé que esperas es de Merlina, no se te vaya a ocurrir revelar la verdad bajo ninguna circunstancia -amenazó- recuerda que no fue tan sencillo conseguir un banco de espermas para inseminarte así que por favor, valora mi esfuerzo.Enid llevó una de sus manos hacia su boca para reprimir el ruido de sus sollozos, ¿cómo era posible que su madre fuera tan despiadada de hacerle pasar por todo esto?
Corrió a su habitación y se metió cerrando la puerta muy fuerte y el sonido que produjo hizo que Esther colgara la llamada y fuera a ver de quién se trataba.
Salió de su oficina asustada, no quería ser descubierta por nadie, mucho menos por su esposo ya que si se enteraba no se lo perdonaría jamás.
Se asomó por la ventana del segundo piso y desde ahí observó unas maletas que
rápidamente reconoció como las de su hija, su rostro palideció y fue hasta la habitación de Enid, tocó la puerta y al ver que no le habría, ella entró sin más.La rubia estaba hecho una bolita sobre la cama y de sus ojos caían gruesas gotas de lágrimas, aquella imagen partió el corazón de Esther, ella no quería lastimar a su hija, solo quería asegurar su futuro y por eso actuó como lo hizo.
-Pequeña...
La mujer intentó acercarse y tocar a Enid, pero está se apartó bruscamente y se puso de pie de inmediato.
Con sus ojos inyectados en sangre miró a su madre de una forma tan penetrante que la
hizo temblar.-No quiero que te acerques nunca más a mí -dijo tratando de mantener su voz firme- ni
que me llames hija, tu ya no eres mi madre, porque la mujer que me dio a luz jamás
hubiera hecho lo que tú hiciste.Esther se cubrió la boca y prefirió quedarse en su lugar, Enid necesitaba desahogarse
y ella le daría su espacio.-¡¿Cómo fuiste capaz de inventar algo así?! -gritó la rubia perdiendo los estribos y
comenzando a andar furiosa por la habitación- ¿acaso creíste que nunca me enteraría? tarde o temprano las dudas hubieran saltado y habríamos descubierto todo -dijo tirando al piso un portafotos donde salían ella y su madre- por tu culpa me separé una vez más de la persona que amo! pero ni creas que esto se va a quedar así, Esther, tú y tu cómplice tendrán que arreglar lo que comenzaron.Al terminar de decir todo eso el pecho de Enid subía y bajaba como si hubiera corrido una maratón.
Y por otro lado, Murray que acababa de llegar a su casa había escuchado todo lo último que dijo su hija pero no lo entendía. Subió rápidamente y encontró a Enid y a su esposa como nunca jamás pensó.
Esther estaba en una esquina llorando y la rubia estaba colérica aventando todo lo que encontraba a su paso, Murray nunca las había visto así.
-¡Basta! -gritó desde la puerta deteniendo la siguiente acción de Enid.
Murray preocupado abrazó a su hija y la arrulló como si de un bebé se tratase, la rubia volvió a llorar.
-Ya, mi solecito, sea lo que sea ya pasó -dijo tratando de calmar al sol de sus ojos- ahora
no entiendo nada, pero si me explicas estoy seguro que haré hasta lo imposible por
hacerte sentir mejor.-Me defraudó, papá -respondió aún sollozando- creí que solo quería mi bienestar,pero me equivoqué.
Murray no entendía a quién se refería, por su mente pasó Merlina, pero si hubiera sido ella, ¿por qué su esposa lloraría?
-¿Hay algo que me quieras decir, Esther?-preguntó temiendo la respuesta.
La mujer trató de calmarse y con mucha vergüenza y dolor comenzó a explicar cada cosa que había hecho junto con Maddie.
Cada palabra que salía de la boca de Esther consternaba a Murray, incapaz de creer
todo lo que había hecho solo por el dinero, porque el único interés que tenía su esposa en mantener a Enid casada, era juntar su empresa con la de Ajax Petropolus para recibir una mayor remuneración económica.-Sé que todo lo hice fue ruin y perverso -dijo Esther arrepentida- no debí actuar así.
-Te desconozco -Murray habló- la mujer con la que me casé era buena y siempre quería
el bien para todas las personas. ¿En qué momento cambiaste? ¿Quién eres? la mujer de la que me enamoré no puedes ser tú, EstherEl señor Sinclair intentó salir de la habitación abrazando a su hija, ambos con el corazón roto, pero Esther los detuvo.
-¿A dónde van? -preguntó.
-A cualquier lugar donde no estés tú -respondió su esposo y se marchó junto a Enid.
Murray le podía perdonar cualquier cosa a Esther, inclusive una infidelidad, pero que
haya destrozado a su hija por algo tan simple como el dinero, jamás.∞∞∞∞∞
Por fin, nuestra parejita puede ser feliz ya que se descubrió la verdad.
¿Les gustó el cap?
Y chicos ¿A cual app e migramos o permanecerán sigue en Wattpad?
...
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Tú, Eres Mía ( Wenclair G!P )
FanfictionEnid lleva un año de casada y tras una discusión con su esposo sale de casa en busca de algo de distracción llegando a un club donde conoce a Merlina, una pelinegra , que desde que vio a Enid entrar a aquel lugar, quedó hipnotizada con su belleza. O...