Tú, Eres Mía ( Wenclair G!P )

Capitulo 36 💞

-¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Aún no he concebido y Merlina mañana mandará a su abogado para fijar una fecha para hacerme el ADN! -se quejó Maddie ante la mirada con desdén que le daba Esther .

-Cuando te dirijas a mí, no grites-dijo la mujer levantándole la barbilla- no soy una
empleada tuya así que respétame, y cálmate, todo tiene solución en esta vida -sonrió- solo prolongaremos la fecha de la prueba y si no se puede tendremos que falsificar todo desde ahora.

La castaña miraba como la calculadora mujer hablaba como si el mundo fuera de ella y en parte la asustaba pero también la necesitaba así que hasta lograr su objetivo mantendría comunicación con Esther, después de eso no quería volver a verla.

Estaban en la clínica donde se realizaría la inseminación, todo el proceso se hizo durante la noche y con personal de confianza, ya solo faltaba esperar unos días para que se hiciera los exámenes para ver si el cuerpo de Maddie había recepcionado bien a los espermatozoides que le inseminaron, y si todo salía positivo solo significaba que la castaña logró embarazarse

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-Buenos días -saludó Enid

-Hola -Merlina devolvió el saludo sin muchos ánimos.

La rubia notó la actitud de la pelinegra, estaba así desde ayer y ya se estaba preocupando, ¿se habría arrepentido de vivir con ella?

Enid se levantó de la cama y salió de la habitación encontrándose con el mismo desastre del día anterior, prácticamente toda la sala estaba destruida.

La rubia no sabía qué era lo que había pasado ya que no quiso preguntar, pero era
momento de enterarse.

Volvió a la habitación y se paró frente a Merlina, quien aún seguía pensando con la vista pegada al techo.

-Ayer no quise decir nada para no alterarte más de lo que estabas, pero ya es hora que me expliques que le ocurrió a la sala y que te está ocurriendo a ti.

La pelinegra suspiró y se obligó a mirarla, nunca pensó que estar con Enid se volvería tan difícil y no por no amarla porque ella lo hacía con todo su corazón, sino por el entorno, era como si el universo no las quisiera juntas y por eso les ponía mil trabas.

-Le exigí a Maddie que nos hiciéramos el ADN, enloqueció y rompió todo, así que
tomaré las cosas por la vía legal, con respecto a mí, estoy cansada -suspiró– harta de no poder tener un segundo en paz, entre mi trabajo, el embarazo de Maddie y tú, siento que ya no puedo respirar y no sé cuánto tiempo más voy a poder soportar esto.

La rubia asintió comprendiendo todo, todo lo que Merlina estaba pasando era por su
causa y lo que menos quería era convertirse en un peso para ella.

-Lo siento, no pensé que estar conmigo te abrumara.

-No es eso -la pelinegra se puso de pie- me abruma amarte a escondidas, es como si el
único lugar donde podemos ser libres es este departamento y yo muero por salir a pasear contigo, viajar a otros lugares, tomarte de la mano en público, solo quiero poder amarte de verdad porque así, no se siente bien.

-¿Te has puesto a pensar en que de repente nunca se va a poder? -dijo con un nudo en su garganta-si los medios se enteran de todo este enredo amoroso siempre seremos
tachadas mal por la sociedad y nunca vamos a ser libres, Mer, tal vez sea hora de...

-No lo digas, Enid -cortó lo que la rubia estaba por decir- encontraremos la forma,
siempre lo hemos hecho.

-Merli...creo que debemos dejarnos ir -una lágrima cayó- ya no quiero que te sientas
mal por la situación, de hecho yo también me siento así, hace mucho tiempo que perdí la paz, eso no es sano para ninguna de las dos.

Merlina negó con la cabeza y la abrazó, no quería perderla, no podía dejar ir a la persona que más amaba, pero ambas necesitaban un tiempo para ordenar sus ideas así que lamentablemente esa mañana, Enid tomó todas sus cosas y se marchó del departamento de la pelinegra.

Suerte que aún tenían un ángel guardián que no permitiría que las dos enamoradas se alejaran por mucho tiempo y esta vez la permanencia, sería para siempre.

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