Tú, Eres Mía ( Wenclair G!P )

Capitulo 4 💞

El viento que entraba a la habitación golpeaba su delicado rostro logrando despertarla, Enid abrió los ojos lentamente y se quiso poner de pie con la intención de cerrar la ventana abierta pero no pudo por dos razones, una de ellas era que la cabeza le martilleaba horrible y la otra era porque había un brazo rodeando su cintura, no podía ver quien era ya que el cuerpo junto al suyo estaba totalmente cubierto por las sábanas y el edredón.

-¿Ajax ? - se preguntó así misma, pues no recordaba nada de lo que había pasado ayer.

Se quedó echada y mientras observaba el techo cayó en cuenta que esa no era su
habitación, un fuerte miedo se instaló en ella , se sentó como pudo tratando de ignorar el dolor de cabeza, si bien es cierto recordaba que llegó a un club y que comenzó con un trago, luego que se le acercó una guapa pelinegra de la  cual tampoco recordaba el nombre, que conversaron y eso era todo, no sabía más.

¿Qué pasó? ¿Por qué estoy aquí? ¿Acaso me acosté con ella ? esas preguntas rondaban en su mente así que con mucho cuidado de no despertar a la otra levantó las mantas y pudo observar que estaba completamente desnuda al igual que la pelinegra de su costado a la cual identificó rápidamente, era la misma chica de la noche anterior.

-Mierda, ¿Qué voy a hacer?

Se bajó de la cama pero no duró mucho tiempo de pie debido al dolor que sentía en su espalda baja, por esa razón cayó estrepitosamente al piso despertando a la pelinegra que se asustó con el sonido y salto de la cama, por su parte ella tampoco recordaba lo sucedido anoche, ¿Qué hacía la rubia de anoche en la misma habitación que ella y por qué estaba tendida en el suelo?

-Te agradecería que me ayudaras a levantarme y no solo te quedaras mirándome como una estúpida -dijo jalando una sábana para cubrir su cuerpo.

«Salvaje, me gusta» pensó Merlina y enseguida la ayudó a levantarse poniéndola en la cama.

Se miraron durante unos segundos analizándose mutuamente, no había que ser un sabio para darse cuenta que habían follado pues sus apariencias las delataban, Enid sintió sus mejillas calentarse y giró su cabeza quitando su mirada del cuerpo de la pelinegra mientras le lanzaba otra sábana y está tomándola se la envolvió alrededor de la cintura.

Ninguna sabía que decir, ¿ Qué se hacía después de tener sexo con una desconocida de la  cual no recuerdas ni su nombre? Enid quería buscar a ver si Google le daba la solución.

-Sobre anoche... -comenzó Merlina rascando su cabeza- me imagino que para ti fue algo pasajero ¿verdad? digo, por lo que me contaste ayer sé que estás casada y que todo esto fue obra del licor .

-Pues sí -respondió una  pensativa rubia- aunque ayer en el club fuiste muy agradable y me escuchaste durante largos minutos, realmente me hubiera gustado que seamos... ¿amigas?

Aquella confesión tomó por sorpresa a la pelinegra , pensó que Enid actuaría diferente y le diría que olvide todo debido a su condición de casada.

-Me encantaría ser tu amiga, Enid  -sonrió- como te lo mencioné anoche me llamaste
la atención y sin duda me gustaría conocerte más.

-Genial pero, ¿podrías recordarme tu nombre? -dijo la rubia apenada- no lo recuerdo .

-Soy Merlina Addams, tú solo me dijiste tu nombre pero no tu apellido.

-Mmm... antes de casarme era Enid Sinclair, pero ahora soy Enid Petropolus aunque me gusta más mi apellido de soltera.

-Entonces para mí serás Enid Sinclair.

La  rubia asintió y ambas continuaron con su mañana, después de darse una ducha, por separado claro está, pidieron el desayuno a la habitación y comieron unos panecillos dulces con un jugo de uva y frutas. Al momento de abandonar el hotel lo hicieron por separado, Enid fue la que salió primero seguido de ella Merlina y ambas se fueron cada quien por su lado, prometieron mantenerse en contacto por ende intercambiaron números.

Al cabo de unos veinte minutos de haberse despedido llegó un mensaje de texto al móvil de Enid, era Merlina.

-Hey Nid  ¿Llegaste bien a tu casa?

-Aún no pero estoy cerca.

-Ya veo, me escribes apenas llegues ¿si? que tengas un bonito dia.

-Está bien Mer, gracias que tengas un bonito día también.

Y así lo hizo Enid, cuando estuvo frente a la puerta de su hogar le mandó un mensaje a
Merlina avisándole que llegó bien, ahora faltaba la parte complicada que era entrar a su casa y enfrentar a Ajax ya que por ser domingo no trabajaba. ¿Cómo iba a mirarlo a los ojos después de lo que hizo? y lo peor era que a pesar de todo no sentía culpa o remordimiento, sólo era el hecho del miedo que tenía de ser descubierta. Es más le gustaría recordar todo lo que vivió ayer ya que sabe que le gustó.

Tomó mucho aire y llenándose de valor insertó las laves en la puerta e ingresó.

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