Sus manos recorrían sin pudor alguno el cuerpo de la rubia, ver su boca entreabierta cada que la penetraba era jodidamente sexy, una cosa era imaginarlo y otra muy diferente era estarlo viendo, quién diría que de esa boquita salían tantas cosas que a la hora de tener sexo la ponían más y más dura.
-Ah s-sí... sigue así Merli - gemía Enid tras las embestidas que Merlina le
proporcionaba- S-sí mami que rico.
-¿Te gusta bebé? -preguntó mientras la penetraba con fuerza- o lo prefieres más lento.
La pelinegra bajó la velocidad pero no la intensidad, pues seguía dando
contra ese punto dulce que hacía delirar a Enid.
-Más... más rápido p-por favor.
Los movimientos se tornaron erráticos anunciando la liberación de ambas.
Cuando el momento llegó Merlina se quitó el condón y cayó rendida a la
cama junto a Enid, las tres rondas las habían dejado exhaustas pero a pesar
de eso siguieron por una ronda más. Y así se podían pasar toda la mañana y
la tarde pero el hambre se hizo presente, por ello Enid poniéndose la camiseta negra de la pelinegra bajó a preparar alguna comida, dejando a la pelinegra dormir.
Le dolía la parte baja de la espalda al igual que la primera vez que lo hicieron pero esta vez por lo menos podía caminar, como Bambi, pero lo hacía ¿algún día podría acostumbrarse al tamaño de su amante? (Yo creo que no , a menos que practiques más 😏)
Después de ver varias recetas en su libro de cocina decidió preparar pollo a la naranja estilo chino, abrió su refrigerador y comenzó a sacar todos los insumos.
Mientras el pollo picado en cubos macerado con salsa de soja, vino de arroz, huevo y sal se doraba con poquito aceite de sésamo, Enid picaba el cebollin y exprimía el jugo de unas cuantas naranjas.
Una vez listo el pollo lo retiró de la estufa y continuó con la salsa, para ello usó ajos picados, salsa de soja, el jugo de las naranjas y edulcorante para dejar que entre en punto de hervor y añadir salsa de chili, cuando la mezcla se redujo añadió fécula de maíz para espesar, agregó el pollo y listo, su comida estaba hecha.
Sirvió en dos platos junto con arroz blanco y decoró con el cebollín picado y un poco de semillas de sésamo.
Miro con orgullo su arduo trabajo y subió a despertar a Merlina, entró a la
habitación y la contempló durante unos segundos, a pesar de su rostro un poco seria se veía muy tierna durmiendo.
Enid se acercó con sigilosos pasos
para no asustarla y una vez llegó hasta donde estaba le susurro en el oido.
-Merli, despierta cociné algo muy rico y ya está servido.
La pelinegra se removió entre las sábanas y abrió sus ojos teniendo ante ella la vista más hermosa que pudia ver.
-¿Dormiste bien?-preguntó la rubia.
-Sí, esperaba que tú lo hicieras también -dijo- pero agradezco que
cocinaras, estoy muriendo de hambre porque literalmente mi único
desayuno fuiste tú -escaneó a la rubia de pies a cabeza- mi camiseta te
queda bien, te ves tan sexy que hace que quiera follarte de nuevo.
-Tranquila vaquera , aunque yo quiera lo mismo debemos darnos un
descanso.
Se acercó para besarla y de un momento a otro ya estaba encima de
Merlina frotándose contra ella. La pelinegra no se quedaba atrás pues
mientras se besaban ella aprovechaba para tocar todo el cuerpo de Enid, en
especial su clítoris que al estar sin ropa interior podía tantear su entrada
cada tanto robándole hermosos gemidos de placer.
-Si seguimos así no podré parar y la comida se echará a perder.
La rubia se puso de pie sin querer y le tendió la mano a Merlina para que
bajaran juntas.
-Me encantaría tomar tu mano y bajar pero aún sigo desnuda y me gustaría
ponerme ropa.
Enid quitó rápidamente su mano y sus mejillas se tiñeron de rojo como si
hace unos instantes no hubiera pretendiendo montar a la pelinegra.
-V-vale te espero abajo -dijo y salió corriendo de la habitación haciendo
reír a la pelinegra ante tan tierno comportamiento.
∞∞∞∞
Cada bocado se sentía como la gloria, la pelinegra jamás en su vida había
probado algo tan delicioso como esa comida, a excepción de la rubia por
supuesto.
Enid miraba emocionada cada gesto que Merlina hacía, el como fruncía
sus cejas y como cerraba los ojos con cada bocado que daba, con Ajax
siempre había sido diferente quizás porque su esposo estaba acostumbrado a comer en lugares donde los cocineros eran chefs especializados e internacionales, siempre que la rubia preparaba la comida le decía que estaba bien pero no parecía disfrutarlo tanto como lo hacía Merlina y esa actitud de la última llenaba el corazón de Enid.
-Este platillo debería costar millones -dijo la pelinegra al terminar la
comida- cocinas realmente bien Enid .
La rubia agradeció con un sonrojo. Después de lavar los trastes Merlina
tuvo que volvera su departamento pero esta vez se fue teniendo otra fecha y lugar para su siguiente encuentro, pues ahora que se habían probado estando sobrias no querían dejarse ir nunca.
∞∞∞∞
Espero que les allá gustado el cap , ah y gracias los 8 k de vistas en esta adaptación se los agradezco ❤️.
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Tú, Eres Mía ( Wenclair G!P )
FanficEnid lleva un año de casada y tras una discusión con su esposo sale de casa en busca de algo de distracción llegando a un club donde conoce a Merlina, una pelinegra , que desde que vio a Enid entrar a aquel lugar, quedó hipnotizada con su belleza. O...
