CAPITULO 11

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Jungkook miró la pared desnuda junto a su cama. Las primeras páginas de Canster Times habían desaparecido. Quitaron la cara de Seokjin de su celda y se lo llevaron.

—Hey, ¿qué demonios fue eso? —Will preguntó.

—Hay un nuevo Asesino de la Cuenta Regresiva.

—¿Qué? ¿En serio?

Comenzó a pasearse, los pocos metros pequeños e insatisfactorios que eran su celda, su jaula.

—Y han decidido que es Seokjin.

—¿Seokjin? ¿Como en el que tomaste, tu Seokjin?

—Sí, mi Seokjin.

—¿Cómo diablos llegaron a esa conclusión? 

Jungkook exhaló pesadamente por la nariz.

—Porque no lo entienden. Porque han reunido un montón de supuestas pruebas para apoyar que él es el asesino. Porque las personas son estúpidas y creen lo que quieren creer, escuchan lo que quieren escuchar, ven lo que quieren ver.

—Espera, ¿quieren que sea un asesino?

—En sus estúpidas mentes, explicaría su comportamiento. Como él me dijo, la gente teme lo que no entiende. Creen que han resuelto el rompecabezas que es Seokjin. Sin embargo, no lo entienden. Se supone que Seokjin tiene bordes dentados, piezas faltantes, así es como encajamos tan perfectamente, pero le quitaron las partes rotas, las forzaron juntas e hicieron una imagen de un monstruo.

—Correcto...

—Están equivocados.

—Lo siento, no entiendo.

—Y ahora lo han hecho correr, y él me necesita, —Jungkook se detuvo junto a sus barrotes, apretando sus manos alrededor de ellos. —Pero no puedo salir. Estoy atrapado aquí y no puedo hacer nada.

—Cuéntamelo, solo estaba pensando...

—Cállate, Will, tu trabajo es escuchar en este momento.

—Anotado.

—Pero si el asesino no es Seokjin, y él nunca le dijo a nadie, entonces, ¿cómo sabe el Imitador sobre la urraca.

—¿Qué pasa contigo y una urraca, eh? 

Jungkook frunció el ceño.

—¿Qué quieres decir?

—Tú y esos sueños que tienes, gritando el nombre de Seokjin y divagando sobre urracas.

El corazón de Jungkook dio un vuelco.

—Estás jodidamente bromeando.

—¿Qué?

—Será...

—¿Sí?

—¿A quién le has dicho?

—Todo el mundo sabe sobre Seokjin-

—No. ¿A quién le has contado sobre las urracas?

—Nadie.

Jungkook presionó su rostro contra los barrotes.

—Obliga a esa célula cerebral tuya a trabajar y dímelo.

—Bueno, podría haberle mencionado una vez a Holly.

—¿Holly? —Jungkook dijo, sintiéndose repentinamente sin aliento.

—Sí, te lo dije hace meses, Ben, el novato, la llevó a jodidamente recorrer. Se detuvo en mi celda y me preguntó si podía darle una idea de ti, siendo tu vecino y todo. Me preguntó si hiciste algo extraño, y yo dije que no, pero tenías pesadillas, sueños sobre Seokjin, la granja y urracas.

ASESINO DE LA CUENTA REGRESIVA #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora