Mi nombre es Wang Yibo, tengo 35 años, soy el presidente de Wangmotors, desde los 17 años estoy administrando este negocio, mis padres me permitieron dejar la escuela para trabajar, los estudios sinceramente no se me dan, pero no soy un hombre estúpido, más bien soy de los que aprenden haciendo, en mis ratos libres disfruto de mi hobby, tengo una colección de motocicletas deportivas, autos moda y rock ang roll, jajajaja no se crean es una pequeña broma.
Desde que cumplí los 26 mis padres están tratando de que tome una esposa para iniciar mi familia pero la verdad no tengo esa intención, yo disfruto de mi soledad, adoro mi libertad y no cambiaré el bar por Barny, después de cumplir los 30 el hostigamiento creció, estuve aguantando como un verdadero gemuerrero hasta hoy.
Se supone que hoy es mi boda, estoy frente a cientos de personas que no conozco y ante unas cuantas que me conocen , los que me conocen saben que mi cara de poker no es por estar nervioso como mis padres lo dicen, sino por que hoy me convierto en la niñera de mi futura esposa, ese mocoso Xiao será mi freno de mano estoy seguro, lo único bueno de todo esto es que al parecer el también está en contra de esto.
Rezo para que convenza a sus padres de no llegar aquí, que huya de casa o que simplemente haga tremendo berrinche para salirse con la suya como siempre lo a hecho, estoy cantando victoria ya han pasado dos horas de retraso, dios soy yo de nuevo te prometo que si me libras de esto seré bueno a partir de hoy.
Pero lógicamente las cosas buenas le pasan a los hombres buenos y Yibo no era precisamente un santo, sino todo lo contrario por eso cuando los padres del hombre estaban empezando a pedir disculpas a los invitados por hacerlos llegar en balde llegó del brazo de su padre por fin el flamante novio.
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Yibo estaba impactado, los invitados dieron un grito de sorpresa, los señores Wang casi se caen de espalda ante la hermosa visión de ese doncel, vestido con su traje ceremonial rojo, parecía una linda muñeca de porcelana.
Bueno por lo menos el mocoso se esmero en lucir como una linda esposa, Yibo dio un último suspiro de libertad sus amigos se reían descaradamente de él, pero había uno entre todos ellos que no reía, más bien apretaba fuerte para no salir corriendo lejos de ahi.
