Drills & Thrills 2° [CHESTAPPEN]

Capitulo 11

Nota: Las palabras en negrita y cursiva, tendrán su significado al final de cada capitulo

De acuerdo, cuando Max dijo que había cambiado desde el instituto, y cuando los demás no lo reconocieron enseguida, pensé que quizá estaban exagerando. O tal vez no lo recordaban bien. Pero cuando miro fijamente a este chico en la pantalla -boca ancha, grandes ojos de insecto y la cabeza afeitada- es realmente difícil comprender que es el mismo chico.

Me gustaría poder decir que las cosas serían diferentes para Max si hubiera nacido dos décadas más tarde que él, pero seamos sinceros, estaba en la escuela en una época anterior a las redes sociales. Hoy sería diez veces peor. Tal vez no el acoso físico, pero el odio en línea es tan dañino, si no peor.

Los demás siguen riéndose de él, y me doy cuenta de que nada ha cambiado. Que yo esté aquí no ha hecho que respeten a Max más de lo que lo hubieran hecho nunca.

—Discúlpenme también—, digo y doy un paso.

—Supongo que deberías ir a asegurarte de que no está llorando en el baño— , se ríe uno de los imbéciles.

—Oh, ir al baño es en realidad un código que se nos ocurrió para cada vez que estamos calientes. Aguarden quince minutos antes de que alguno de ustedes nos siga, a menos que quieran verme de rodillas chupándole la polla a mi novio.

Sus bocas se cierran, probablemente por la simple contundencia, pero que se jodan. Agárrense las perlas, muchachos.

Me dirijo al baño, pero está vacío cuando llego. Miro por el largo pasillo hacia una salida, pero dudo que Max se vaya sin avisarme.

A mi derecha hay una esquina y, al girarla, encuentro a Max de pie en medio de un pasillo con taquillas a ambos lados.

Alarga la mano y la pasa sobre el frío metal, y cuando llego a él, parece que está escribiendo una palabra invisible. —Esta era mi taquilla, pero ahora está... arreglada

—¿Arreglada?

—La palabra con "f" estaba grabada aquí. Y no me refiero a "carajo"—. Vuelve a hacer el movimiento y luego suelta la mano. —¿Por qué pensé que podía volver aquí? ¿Por qué pensé que algo sería diferente simplemente porque ahora tengo este aspecto? —Se señala a sí mismo.

—Porque tenías la impresión de que te odiaban por tu aspecto y por el hecho de ser gay, cuando creo que la verdadera razón por la que te odiaban y se metían contigo es porque podían.

Se vuelve hacia mí. —¿Qué quieres decir?

—No voy a darte el especial de Disney en el que te digo que estaban celosos de tu cerebro de alguna manera, porque tengo que ser honesto, a los jugadores de hockey no nos importa el cerebro. O tenerlos.

—Me he dado cuenta—, dice Max secamente.

—Pero todo el mundo sabe que la forma más fácil de sentirse mejor con uno mismo es menospreciar a los demás. Y tú eras un blanco fácil. Es tan simple como eso. Son unos imbéciles, y tú te mereces que te traten mejor.