Capitulo 22

1.1K 188 54
                                    

Nota: Las palabras en negrita y cursiva, tendrán su significado al final de cada capitulo

Cuando Sergio mencionó las emociones rápidas, pensé que estaba siendo dramático, pero desde nuestra cita, lo he visto dos veces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Sergio mencionó las emociones rápidas, pensé que estaba siendo dramático, pero desde nuestra cita, lo he visto dos veces. Tomamos un café en Bean There el día después de nuestra cita, pero tuvo que salir corriendo a entrenar, y la segunda vez fue el último día de clase. Teníamos quince minutos entre mi última clase del día y que él tenía que estar en el estadio. Aprovechamos catorce de esos minutos para besarnos y hacernos pajas apresuradas contra mi pupitre y el último minuto para limpiar y despedirnos con un beso.

Quiero más de él.

Lástima que, con las vacaciones de invierno, a Sergio se lo necesite en casa más que nunca y no haya tenido la oportunidad de salir. Su niñera se fue a visitar a la familia y Carlos necesita tiempo para ponerse al día con sus clases.

Es una mierda, pero sabía a lo que me había apuntado.

En lugar de vernos, hemos tenido muchas llamadas telefónicas nocturnas.

Me molesta el tiempo que no puedo verlo, pero me concentro más en lo increíble que será la próxima vez que esté libre. Ambos acordamos que no lo visitaría hasta que tuviéramos tiempo para salir adecuadamente y ver si queremos más. Él quiere estabilidad para los niños, así que entiendo que no quiera hablar de nosotros a la familia en este momento, pero espero que, si las cosas van bien, en algún momento seré bienvenido en su casa.

Hasta entonces, tengo a Kimi y a Sebastian y a su variopinto grupo de amigos sin familia que se presentan a todas las celebraciones.

Su casa está decorada con adornos navideños y nunca están más contentos que cuando son los anfitriones.

Estoy agradablemente achispado por todo el ponche de huevo cuando mi teléfono vibra en mi bolsillo.

Sergio: Mierda. Mierda, mierda. Mierda.

Se me revuelven las tripas. Sergio lleva unos días estresado por la Navidad, queriendo que sea un día divertido para sus hermanos después del deprimente último, y yo le había asegurado que tenía esto.

Ese mensaje me hace presentir que tal vez no lo tenga.

Max: ¿Qué pasa?

Sergio: Lando se ha cortado la mano y Carlos lo ha llevado al hospital, así que ahora Oscar está sollozando y Maite parece que también va a llorar. Luego Liam me ha dicho que este año es aún peor que el anterior y Elba se ha encerrado en el coche... No sé qué hacer.

Mierda. Me excuso rápidamente y me meto en el pasillo. El pánico en su texto está llegando alto y claro, así que cuando lo llamo, me sorprende escuchar que su voz es firme.

—Hola.

—¿Estás bien? —Le pregunto.

—Por favor, no preguntes eso—. Respira entrecortadamente. —Yo... Mierda. —Su voz baja a un susurro. —Estamos en casa de mi jefe, ¿y no pueden comportarse durante una tarde?

Drills &  Thrills 2° [CHESTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora