𝐿𝑜𝓋𝑒𝓇 | 𝖏𝖆𝖒𝖊𝖘 𝖕𝖔𝖙𝖙𝖊𝖗

03. Ayudando

| Lover | 

Si estas a mi lado no importa el pasado

―¿Entiendes?

―Eso creo.

―¿Eso crees?

―¡Entiendo! ―recibió un regaño por la bibliotecaria al elevar la voz, por lo que se disculpó con pena y miró a su tutor de pociones―. Entendí, lo haré mejor la próxima vez, ya verás.

―Más te vale no hacerme perder el tiempo.

Aunque Severus sea muy exigente, tenga poca paciencia y ni siquiera le ha dado un halago para animarla, le agrada. Es buen maestro, explica bien, así que no tiene ningún problema con su seria actitud.

Han pasado varias semanas desde que le pidió ayuda, estaba por rendir los últimos exámenes antes de terminar el año. Hasta sus amigos notaron su mejoría en pociones y todo es gracias a Severus Snape y su ayuda.

Si bien supo por parte de Samuel que la mayoría de las serpientes odian a las personas como ella (quienes son magos nacidos de muggles), hasta ahora Snape nunca hizo un comentario acerca de ello. Quizás porque siempre se encontraban en la parte más solitaria de la biblioteca y porque no había visto slytherins por allí.

Luego de dos intensas horas, Snape se despide al finalizar el dictamen de toda la tarea que debe realizar para la próxima (y última) de sus tutorías. Perséphone decide quedarse más tiempo en el lugar para adelantar sus tareas y estudiar otro rato más. También mejoró muchísimo en transformaciones gracias al apoyo de Samu y Remus, sorprendentemente uno de los cuatro escandalosos se ofreció una noche cuando la vió batallando en la sala común de Gryffindor.

―Hola.

Alzó la vista, encontrándose con una de sus compañeras de casa, una castaña de ojos verdes con la que supo hablar algunas veces, sabe que es amiga cercana de Lily y su grupo de amigas.

―Hola ―todavía se le dificulta relacionarse con los demás, pero lo intenta.

―Perdón por interrumpir tu estudio, estabas tan concentrada que no sabía si hablar o no.

Soltó una leve risa mientras dejaba un mechón de su cabello lacio detrás de su oreja. Persy debía admitir que la niña era linda.

―Descuida, ¿necesitas algo?

Pidió permiso para usar el asiento en el que antes se encontraba la serpiente y suspiró algo nerviosa mirándola con una sonrisa.

―He notado que eres buena en astronomía y... me preguntaba si me podrías ayudar con unas pocas cosas que no entiendo antes del examen de mañana por la noche.

Astronomía. Omitiendo las clases de vuelo, era de sus materias favoritas, además que la profesora era de su agrado.

―Mmm, tengo mucho que repasar, pero puedo darte un tiempo antes de dormir en la sala común.

No quería decirle que no, sabía que tan importante era recibir ayuda de quienes saben y, aunque no se siente una genia respecto a la materia porque cree que cada uno puede tener su propia interpretación de las estrellas, si puede darle una mano y su opinión a sus preguntas.

―¡Me serviría mucho! ―la señorita Pince les volvió a llamar la atención y esta vez la castaña fue quien se disculpó―. Muchas gracias, Perséphone.