~ teenage love ~ Bill Kaulitz

tu atención...

06:00am

La alarma me despertó a las 6am, la escuela abría a las 8am, así que tendría tiempo para arreglarme, me bañe, me peine y me maquille. Mamá me llevó a la escuela, ya que mi padre no podía, literalmente núnca estaba en casa, y cuando llegaba trataba mal a mi madre, no entendía por qué mi madre no lo dejaba, era masoquista, ella lo amaba tanto, la detestaba por eso, ese acto de masoquismo me asqueaba.

08:00am

- Esta es tu escuela, es linda, ¿verdad?
Preguntó mamá con las manos aún al volante.

- Si, es algo linda.
Respondí tomando mis cosas para bajarme.

- Estoy segura que harás amigos muy rápido.

- Lo mismo digo. Bueno Adios mamá, te amo.
Le di un beso en la mejilla de despedida y me baje del auto. Al entrar a la escuela todos me miraban, me sentía incomoda, lo único que pensaba era " ¿me maquille mal?" " "la ropa es muy exagerada?" "Me veré fea?".
No miraba hacia adelante, miraba mis zapatos, no se veían bien, al menos no para mi. Por no mirar hacia adelante me choque con un chico, no lo pude ver bien, solo se que vestía de negro, el también callo junto a mi, pero se paro rápidamente.

- Disculpa, lo siento tanto... ¿Eliana?
Dijo el chico de negro mientras me ayudaba a levantarme.

- Ah, Bill, eres tu, ¿vas a esta escuela?
Pregunté emocionada.

- Si, claro ¿y tu también?
El también se veía emocionado.

- Es mi primer día, solo espero que no sea tan malo.
Dije algo avergonzada.

- Lo siento, te arruine la entrada.

- No, no importa, no la arruinaste de lo contrario, ya no me siento tan sola.

- ¿Y a que curso vas?

- Pues... a 3ro, según la directora a 3ro B.

- Si quieres te acompaño, yo voy a 4to A.

- Sería un gusto ser acompañada por ti, después de todo no conozco muy bien la escuela, me perderia.

- Bien vamos, tu curso esta por aquí.
Señaló mientras me agarraba la mano, me sentía nerviosa, ningún otro chico lo había hecho antes.

- ¿Tom? ¿no vino?

- Tom, esta con una de sus cuantas admiradoras.

- ¿Admiradoras?

- Si, así es, chicas que se enamoran perdidamente de él, las únicas que el escoge son las rubias, son sus favoritas.

Sinceramente no tendría oportunidad con el núnca, Bill claramente dijo que sólo las rubias tendrían ese privilegio.

- Bien, este es.
Me indicó con el dedo.

- No está tan lejos, ya se donde queda.

- Te acompaño a la puerta, vamos.

- Bien, debo entrar.

- Si, nos vemos en el receso, te vendré a buscar a las puertas de tu curso ¿si? A no ser que encuentres amigos y me cambies por ellos.

- No lo haré Bill, tu siempre seras mi amigo.
Le dije con una sonrisa, el no dudo en devolvermela, y me abrazo a lo que yo le correspondi, su abrazo era cálido.

Entre al salón, y por lo que veo todos los bancos estaban ocupados con mochilas en ellos, solo una niña se sentaba sola.

- ¿Esta ocupado aquí?
Le pregunte mientras con una mano señalaba la silla y con la otra sostenía mi mochila.