y arrojarme a los brazos de Sango quien acaricio mi cabeza con cariño.
Porque paso esto de nuevo… no lo entiendo… porque paso esto otra vez?- llore con más ganas al recordar la cara de felicidad que tenia Kikiou- ni siquiera ha venido a verme… o a decirme algo… solo soy un juguete para el – llore más intensamente que antes- por favor otra vez no!... no quiero que pase lo mismo…
Kag lo sé… por favor no llores… debes calmarte… encontraremos una solución para esto- me consoló Sango aunque no resulto. Yo sabía que esto no tenía solución.
Mejor déjala que se desahogue- dijo Miroku conciliador
Su excelencia tiene razón Sango… debes dejar que saque todo lo que tiene en su corazón y que la este molestando.
No muy lejos de ahí estaba la figura de un ser extraño, que veía fijamente hacia donde la joven miko estaba sentada sollozando y siendo rodeada por un aura sagrada.
Ya llego la hora de que me ayudes miko… por fin podre recuperar el poder que la gema de la sirena me quito hace 200 años… pronto querida dejaras de sufrir…- miro en dirección al hanyou que estaba en el árbol sagrado hablando con Kikiou- has hecho un buen trabajo kanami… ahora que has confundido al hanyou, mi pequeña miko esta vulnerable para que me ayude a recuperar mi poder- se desvaneció dejando su estela oscura y su risa siniestra.