por favor! No! Duele! Duele!
-pequeña miko… no quieres recordar?- pregunto la voz con una sorna evidente.
-no… no… no! NO!- Kagome se sujeto la cabeza y comenzó a moverla hacia todos lados- por favor no más! Me duele! Me duele!
-que le estás haciendo maldito!- grito Inuyasha con rabia. Se sentía impotente al ver a Kagome sufriendo.
-solo le estoy demostrando quien es su dueño hanyou… fue culpa tuya… si tu maldita marca no estuviera en ella… esto jamás hubiera ocurrido… pero ya ves… ahora Kagome otra vez sufrirá por tu culpa…
-bastardo…-miro a Kagome y la vio llorando apretando mas sus brazos a su alrededor- Kagome…- los gritos de ella eran horribles, solo con escucharlos se podía imaginar que le estuvieran quemando viva (y no estaba muy lejos esa deducción)- maldición… Kagome! Escúchame! Kagome!- ella lo miro casi sin ver nada, reflejando en sus ojos un intenso dolor- te amo! Y no te voy a dejar sola! escuchaste! Eres mía! Y no te dejare!- Kagome comenzó a cerrar sus ojos y se desmallo hundiéndose en la laguna- demonios!- Inuyasha se sumergió para buscarla antes de que se lastimara contra el suelo.
-ya me las pagaras hanyou….-dijo la voz enojada y tenebrosa.
CONTINUARA…
