Fin del flash back
Inuyasha recordaba los momentos que vivió con Kagome antes de todo lo de la cascada.
Las conversaciones interminables que había tenido con el hanyou y todas las sonrisas y discusiones absurdas.
-la verdad es que no puedo hacer nada sin ti Kagome… no puedo dormir… no puedo comer… no estoy tranquilo ni mucho menos feliz…- el hanyou apretaba los puños tan fuerte que le sangraban- este dolor no se compara con el dolor que siento al no tenerte… Kagome…- Inuyasha enterró mas fuerte las garras en sus palmas- dime que hago… donde estas Kagome…- el hanyou rompió en sollozos y varias lagrimas escaparon de sus ojos- Kagome… vuelve…- pidió cerrando los ojos con fuerza- te necesito… necesito decirte… decirte…- la voz se le quebró- tantas cosas Kagome- olfateo el aire y sintió el aroma de Shippou que venía con Kirara en el regazo. Inuyasha no se inmuto por la cara de tristeza del pequeño.
Estaba siendo egoísta… veía a la anciana Kaede, a Rin, a Sango, a Miroku y a Shippou con una profunda tristeza, pero, a el no le importaban. "ellos no saben que mi dolor es más grande que el de ellos" se decía. Ya no hablaba con ninguno de sus amigos, ya que no le encontraba sentido y además sabia que se estaba desquitando injustamente con ellos.
Ellos sufrían por la desaparición de Kagome… él lo sabía bien, sabía que la querían, pero ellos no la amaban como él, no vivieron con ella los momentos que el vivió, no tenían ni idea el vacio que sentía sin su compañera… si SU Kagome, no entendían la importancia que tenía en su vida. Además había alojado un sentimiento de propiedad hacia la desaparecida miko y la celaba de todo el mundo.
Pero ahora, el no se conmovía por la pena de otros, porque estaba seguro, segurísimo que nadie podía sentir el dolor que él sentía sin su amada Kagome.
-Inuyasha…- llamo el pequeño, pero no recibió respuesta, ni una mirada, solo un movimiento de las orejas del hanyou- extraño a Kagome…- le dijo el pequeño. Inuyasha pego un brinco y llego hasta el.
- y que quieres que haga- contesto furioso. El había estado esos dos meses con humores cambiantes, pero ciertamente, aunque no hablaba con nadie si no era estrictamente necesario, se enojaba con más facilidad con todos, nadie se salvaba de una reprimenda o una paliza, una mirada llena de odio, fría o simplemente sombría, que aterrorizaba a todo el mundo.
- no la has encontrado todavía?- pregunto el pequeño con voz triste y esperanzada.
- la vez aquí?- le pregunto echando chispas por los ojos- no preguntes estupideces enano inútil… lárgate de aquí antes de que te parta la cabeza con un golpe…- el pequeño se asusto por el tono de voz de Inuyasha que tenia grabada la palabra amenaza. Salió de ahí lo más rápido que pudo, pero antes le dijo al hanyou.
- si estas con ese maldito humor sería mejor que Kagome se quede donde esta… creo que ni ella te soportaría… NO ERES EL UNICO QUE SUFRE INUYASHA!- le grito fuertemente y salió corriendo por miedo de que el hanyou lo siguiera.
- claro… Kagome también debe estar sufriendo…- murmuro tristemente el hanyou.
- no lo decía solo por Kagome amo Inuyasha- le dijo la pequeña pulga Mioga- lo dice por los muchachos… no es bueno amo Inuyasha que se encierre en si mismo… a Kagome no le gustaría verlo así amo- le dijo conciliatoriamente la pulga con la intención de persuadirlo, pero solo logro molestarlo.
- no hables como si estuviera muerta maldita pulga cobarde!- le grito el hanyou. La vieja pulga se alejo de su amo a una distancia prudente- tu no entiendes nada!... nadie entiende lo que yo estoy sintiendo!... el dolor de ellos no se compara con el mío!- le grito el hanyou. Luego salió corriendo del lugar lo más lejos posible de la aldea.
- creo que esta peor de lo que pensé… Kagome era muy importante para el amo Inuyasha… además ahora es su compañera… entiendo que este mal pero… solo se va a lastimar a sí mismo- reflexiono en la soledad la pulga que decidió marcharse a la aldea para hablar con la anciana Kaede.
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En otro lugar muy lejos de la aldea de la anciana Kaede.
-Kanami chan… tienes las yerbas que te pedí?- pregunto una hermosa miko de cabello azabache a una joven de cabello castaño oscuro y ojos marrones.
- claro… fui al instante después de que me las pidió onee sama…- le respondió la joven mirándola con una profunda admiración y otro sentimiento.
- muchísimas gracia Kanami chan… ahora debo volver con la sacerdotisa Hiromi… o se preocupara- le dijo la miko caminando tranquilamente- pero primero iré al lago…
La joven miko se sentó a la orilla del lago y vio su reflejo en el… hace dos un mes y medio había despertado de su inconsciencia y solo recordaba su nombre.
Junto agua con sus manos y se mojo la cara con el fin de refrescarse, cuando en el agua se reflejo una imagen que se le hacía conocida a la joven y que le traía una profunda tristeza. En el agua veía una aldea tranquila y un enorme árbol, un pozo rodeado de vegetación… unas personas que no recordaba y… vio una persona con trajes rojos.
-no… no!-exclamo- no quiero recordar… no por favor…- pedía la joven con el rostro contraído. Algo le decía que no debía recordar, la figura de rojo traía muchas emociones a su ser que la inquietaban y no quería saber el por qué, sentía miedo… a qué? No lo sabía… solo sentía un cumulo de sensaciones que la asustaba- no quiero recordar…
-concederé tu petición…-respondió un ser que se encontraba a una gran distancia de la miko.
-Miko sama- la llamo la joven de cabello castaño- se encuentra bien?- le pregunto.
- si estoy bien, no te preocupes- le dijo con una sonrisa- debo irme- se puso a caminar en dirección a la mansión mas grande de la aldea.
-mi señor kiyoshi…- llamo la castaña hacia la figura que estaba alejada- es necesario esto?- pregunto con curiosidad.
- esto será un juego… además necesito de su energía… mientras más confundida este, mientras más emociones acumule… podre tener lo que quiero…- dijo con una sonrisa arrogante- hasta entonces vigílala… y cui… mantenme informado de cualquier cambio- corrigió antes de descubrirse ante su sierva.
- si mi señor- la joven hizo una reverencia con respeto sin darse cuenta de lo que su amo quiso decir.
-"estuve a punto de decir algo completamente estúpido…"- se reprendió Kiyoshi fijando su vista a la miko que estaba rodeada de niños- tiene un alma pura… pero aun huele a ese bastardo- dijo con ira y molestia en la voz- pronto nos veremos las caras de nuevo mi querida miko… espero que estés preparada… aunque lo dudo pequeña…- sonrió de una forma que a él le pareció extraña, pero decidió ignorarla desapareciendo del lugar.
-"dos meses perdida… dos meses con miedo… pero no quiero recordar… quiero olvidar…"- pensó la miko mirando el atardecer y tomando la mano de una pequeña niña de no más de 4 años- nos vamos Ami chan?- le pregunto a la pequeña con dulzura.
-SIP!- exclamo la pequeña con entusiasmo.
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-"dos meses sin estar contigo… dos meses sintiendo vacio en mi pecho… dos malditos meses en los que me he sentido solo y triste… dos meses en los que te he necesitado… dos meses si la persona más importante para mi… la persona que más amo en este mundo…- decía el hanyou en una pequeña colina mirando el atardecer- dos meses sin ti…
