Pokémon Rubí y Zafiro La Historia de Ryusui

Capítulo XXI: La Caverna Abisal

Opening: Prism (Jester, el Aventurero Opening)

Después de evitar a duras penas una histeria colectiva en Ciudad Tokusane, nuestros héroes fueron trasladados por el barco de Genji al lugar de donde vinieron los haces de luz. Cuando estaban en la cámara que cargaba el submarino, el Buscador de Tesoros les explicó— En caso de que no lo supieran, el sitio sobre el que estamos ahora es la Caverna Abisal de Ciudad Tokusane. Esta caverna está sumergida tantos metros bajo el nivel del mar que la presión aplastaría fácilmente a los submarinos normales.

—Si entendí perfectamente los grabados que leí hace poco, Groudon y Kyogre fueron sellados en ese lugar por los primeros habitantes de Hoenn, ya que estaban seguros de que nadie nunca hallaría la forma de llegar ahí y liberarlos. Y vaya que, al final, se equivocaron.

—Pues si lo ponen así, ¿este vehículo no nos aplastará cuando vayamos a esa cueva? —preguntó Ryusui, lo que hizo a Fuu y a Lan negar con la cabeza.

—No. Eso no pasará, ya que...

—Nos aseguramos de eso.

—El único inconveniente es que...

—Solo logramos agrandar lo suficiente...

—La cabina para que cupieran...

—Dos pasajeros.

—Entonces, ¿solo Ryusui y yo vamos a poder viajar? —preguntó Tochigi y su amigo respondió —Pos' sí, compadre. Eso era lo más lógico. Si nosotros no logramos detener a estos locos, nadie lo hará. Así que ya vamos montándonos.

Antes de que ambos se subieran al submarino, Haruka, al borde de las lágrimas, los detuvo para darles un abrazo de despedida.

—Más les vale volver a salvo, o sino, nunca se los perdonaré.

El de los ojos de lava no pudo evitar reírse por ese pedido— Comadre, nos hemos metí'o en situaciones peores y siempre salimos a salvo. Bueno, a veces. A ver, solo confiá en nosotros, ¿sí?

Los dos chicos de ojos brillantes se subieron al submarino, el cual los llevó a la velocidad de un Sharpedo, a la Caverna Abisal, que la verdad sí se veía como si el tiempo se hubiera detenido allí.

El de rojo se bajó del submarino y comentó asombrado— Este lugar es más bonito de lo que esperaba, pero el aire se siente muy pesado y me cuesta respirar.

—Te presento la presión submarina, compadre —dijo el de azul bajándose del submarino también—. Y créeme, que hay lugares peores, muchos de ellos, fuera de este mundo.

Adentrándose más en la caverna, nuestros héroes se encontraron con una bifurcación. Uno de los caminos tenía un grabado de Groudon y el otro un dibujo de Kyogre, lo que indicaba que ambos legendarios se encontraban en cámaras diferentes.

—Una cosa está clara, compadre. Nuestros caminos se separan aquí —dijo Tochigi decidido a acabar con esto.

—Así es —respondió Ryusui—. Tú encárgate de Aogiri y Kyogre. Matsubusa y Groudon son todos míos.

—Y recuerda.

—¿Fallar aquí no es una opción? Mejor dime algo que no sepa —se rio y le dio una palmada en el trasero a su compadre—. ¡Te deseo suerte!

Ryusui y Tochigi se fueron cada uno por un camino diferente y, mientras se adentraban más, se encontraron con varios Reclutas de sus respectivos villanos, lo que les generó una gran molestia.