Un Hombre Auténtico Y Unico

Capitulo 13

Apo se levantó de la cama, suspirando. No podía dormir. La reunión con Keisha la había dejado agotado, pero habían discutido todos los aspectos legales de la reunión que pensaban mantener con el doctor Belvedere y el gerente del hospital al día siguiente.
El elemento sorpresa estaba de su lado, y eso era lo más importante. Pero había otra razón para que no pudiese dormir; era la primera vez en varias semanas que dormía solo. Se había acostumbrado al calor del cuerpo de Mile, a sus caricias. Lo abrazaba mientras se quedaba
dormido, con el mentón apoyado en su cabeza…

Keisha había sugerido que no fuese a trabajar al día siguiente. Ella llamaría al hospital en su nombre para pedir una reunión con el gerente, el Doctor Fowler y el Doctor Belvedere. Y esa reunión podría cambiar el curso
de su carrera.
Apo fue a la cocina y se dio cuenta de lo solitaria que parecía.
Mile había dejado su marca en todas las habitaciones de la casa y lo echaba de menos como loco.

«Si me siento así ahora, ¿qué haré cuando esté a miles de kilómetros de aquí?».

–Me las arreglaré –murmuró–. Solo es un hombre.

Pero no era verdad, pensó, sintiendo un dolor en el pecho. No era solo un hombre, sino un hombre que lo amaba. Un hombre que estaba dispuesto a dejarlo ir para que hiciese realidad sus sueños.
Todo en la casa estaba lleno de recuerdos de Mile, y esos recuerdos seguirían en su corazón cuando se fuera de Denver. Y en ese momento supo por qué: se había enamorado de Mile.

Apo suspiró, dejando rodar una lágrima por su mejilla. Había intentado imaginar la vida sin mile y no podía hacerlo. Daba igual lo que se dijera a sí mismo, quería compartir su vida con él.
Apartando las lágrimas de un manotazo se dirigió al dormitorio.  Mile estaba enfadado con el porque pensaba que se había rendido,
pero iba a demostrarle que no era así. No era solo por el sino por el Hospital 🏥.  Abusar de su poder.
Después de hablar con Keisha y pensar en lo que Mile había dicho, cambió de opinión. El Doctor Belvedere tenía que irse. Y también se llevarían por delante al Doctor Fowler y a todos los que habían mirado hacia otro lado. Podía hacerlo porque sabía que Mile lo respaldaba, y
eso era importante para el.

Era tarde, pero Keisha le había dicho que podía llamarla a cualquier hora y la conversación duró apenas unos minutos.

Después, se vistió y salió de casa a toda prisa.
Mile había metido los nudillos en un cuenco de agua con sal mientras pensaba en Apo. ¿Qué diría cuando descubriese lo que había hecho? Daba igual, pensó;

Belvedere había recibido lo que merecía.
No lamentaba lo que había hecho y no lamentaba haber admitido que quería a Apo.  También había sido una revelación para él, pero lo amaba y pensar que se iba de Denver era algo que no podía soportar.

Pero Apo no lo amaba, y en aquel momento entendía lo que había sentido Aidan su gemelo cuando Jillian rompió con él. Evidentemente, el destino de los dos mellizos era que les rompiesen el corazón.

Aidan lo había llamado cuando salió de la casa de Belvedere. Su hermano se mostró preocupado al notarlo tan fuera de sí, pero él le dijo que no se preocupara. Sencillamente, había hecho algo que debería haber
hecho semanas antes.

La reunión con Dillon y el resto de la familia también había ido bien, y todos estaban de acuerdo en donar una cantidad importante de dinero para el hospital.
Mile sabía por Canyon que Keisha iba a ser la abogada
de Apo y que iban a verse con Belvedere y con el gerente al día siguiente… daría lo que fuera por ver a Belvedere intentando explicar lo que había quedado grabado.

La policía no había ido a detenerlo, de modo que el cirujano no había denunciado la paliza. O tal vez sí, pensó, al escuchar el ruido de un coche en la puerta… cuando  abrió se quedó sin aliento al ver a Apo.