Se negaba creer que era un Omega. No podía ser posible que eso le estuviera pasando, él... él no podía. Tenía muchos planes, que como Omega posiblemente no podía hacer por la estúpida sociedad.
No entendía absolutamente nada. Se supone que los omegas se presentaban a los once o doce años ¿No?
Él tenía veintidós ¡Carajo!
¿Por qué diablos ahora?
La doctora le había dado las instrucciones de cómo usar aquellos nefastos supresores. No quería, pero debía.
¿Ahora que debía hacer?
No podía llegar y decirle a Yoongi que era Omega, porque no podrían vivir juntos y sus planes con su mejor amigo se irían por todo el caño.
Cuando Yoongi y él iban a la secundaria, siempre hablaban de cómo sería ser roomies, pero como no tenían para poner un depa, se prometieron un día rentar uno.
Y ahora que lo cumplió, su jodida presentación de Omega lo arruinó todo.
Estaba parado en la puerta del departamento que compartía con Yoongi, se sentía nervioso de entrar allí. Pero después recordó que tenía un olor, un olor que según la doctora era muy dulce y agradable. Con eso podrían reconocerlo.
Entró en pánico.
Pero después recordó que la doctora le habló que los supresores disminuían el olor e incluso un posible celo.
¡Aleluya!
Corrió la farmacia, compró una caja, salió de allí y se tomó uno con un poco de agua. Sintió como el calor disminuía y su cuerpo poco a poco recuperaba un poco de estabilidad.
Sacó una botella de perfume y se la hecho por todos lados.
Tal vez eso también ayude.
Regresó a el departamento y con más seguridad ingresó a él. Se sorprendió de inmediato por el pequeño desorden que había en la sala. Negó desaprobando y recogió lo que había allí.
Se dirigió a la cocina a preparar algo para almorzar, porque si no cocinaba él, se morían de hambre.
Yoongi era un flojo de primera.
Preparó unos huevos con chuleta y tortilla con un poco de jugo de naranja. Guardó en la alacena el que había hecho para Yoongi y se sentó con emoción para degustar es suyo.
- ¿Dónde estabas?
Dio un respingo extraño al escuchar esa voz. Sintió como algo en él se removió. Un olor fuerte y embriagante entró por sus fosas nasales.
Se volteó encontrándose con Yoongi, el cual tenía su cabello negro despeinado, no tenía camisa y estaba en bóxer. Lo miraba Inquisitivo desde el marco de la puerta.
Se sintió aliviado al percatarse que el alfa no reconoció ningún olor. Agradeció a los supresores.
Se percató que Yoongi lo miraba como si estuviera esperando la respuesta, así que se encogió de hombros su volvió a mirar su comida.
-Fui a pedirle una sugerencia sobre una tesis a Taehyung.
Yoongi se despeinó más y bostezó estirándose. Jimin no pudo evitar sentir un pequeño cosquilleo en su interior, así que se obligó a sí mismo a mirar a otro lado.
-Dime cocinaste para mí, porque me muero de hambre - Jimin asintió asiendo un sonido mientras bebía jugo.
Yoongi abrió la alacena, saco el plato, se sirvió jugo y se sentó enfrente del Omega completamente tranquilo.
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𝚁𝙾𝙼𝙼𝙸𝙴 𝙰𝙻𝙵𝙰 - [𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽]
Fanfiction𝙿𝚊𝚛𝚔 𝙹𝚒𝚖𝚒𝚗 𝚌𝚛𝚎í𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚊 𝚜𝚞 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚞𝚗 𝚋𝚎𝚝𝚊. 𝚃𝚎𝚗í𝚊 𝚟𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚍ó𝚜 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚢 𝚗𝚞𝚗𝚌𝚊 𝚎𝚗 𝚜𝚞 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚑𝚊𝚋í𝚊 𝚙𝚛𝚎𝚜𝚎𝚗𝚝𝚊𝚍𝚘 𝚌𝚎𝚕𝚘, 𝚗𝚒 𝚗𝚒𝚗𝚐ú𝚗 𝚝𝚒𝚙𝚘 𝚍𝚎 𝚘𝚕𝚘𝚛, 𝚑𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚞𝚗...