Capítulo 9

2.5K 266 14
                                    



Jimin fue despertado por la luz solar filtrándose por la ventana. Por suerte las clases de habían pospuesto para la tarde, así que no tenía que alarmarse y hacer las cosas en tiempo récord.

Se quedó acostado en la cama por un largo rato. Sentía una tranquilidad infinita al saber que Yoongi estaba al tanto de todo, porque si era sincero, su verdadera preocupación era si él se lo tomaría mal.

Sintió una mañana diferente, como todo más cálido, más callado y resplandeciente.

Se estiró con pereza en la cama. Que tuviera las clases más tardes no significaba que no tenía cosas que hacer en esos momentos.

Se dio un largo baño con agua caliente y lo combinó con algunos jabones de esencia que tanto amaba. Se relajo sintiendo como su cuerpo se adormecida y recibía gustoso la temperatura. Siempre aprovechaba ese tipo de baños para reflexionar, pensar sobre cosas que siempre estaban albergando su mente.

Tomó un poco de su shampoo y empezó frotar en su cabeza dándose masajes. Se dio cuenta que su cabello estaba un poco largo, el flequillo están empezando a estorbar en su campo de visión. Debía cortarlo, o por lo menos eso creía.

Sonrió para sí mismo al recordar cuando tenía quince años. Yoongi en ese tiempo tenía el pelo corto y Jimin lo tenía hasta el cuello. Los chicos de la escuela solían burlarse de él, diciéndole que parecía una chica. Y a decir verdad su contextura física no ayudaba mucho, siempre fue más bajo, más delgado y sus rasgos también lograban intensificar más las burlas. Yoongi estaba en un grado más alto que él, pero siempre lo cuidaba, lo visitaba y procuraba almorzar con él, aunque se ganará regaños de los maestros. Yoongi había dejado de hacer amigos de su edad, de su grado sólo para prestarle atención a él. Eso lo había feliz como nadie tenía idea.

Un día más cosas se salieron de control con las burlas sobre su cabello, un compañero intentó desvestirlo delante de la clase para según él, comprobar que no fuera una mujer. Lloró del miedo. Pero como por obra del destino Yoongi llegó hecho furia, se armó una pelea y el alfa salió ganando debido a su contextura más grande. Miró a todos los espectadores con enojo y les dijo —Ya veremos si me harán lo mismo a mí. Hijos de puta.

A pesar de que Jimin no entendió muy bien a la primera, a los meses pudo darse cuenta a que se refería. Yoongi dejó de cortarse el pelo, a pesar de que no lo dejaba pasarse de los hombros, siempre se le veía con el pelo así. Hasta el día de hoy.

Yoongi había hecho eso por él.

Sonrió sonrojado. Sintió su corazón acelerarse con tan sólo recordar aquello. Tal vez siempre había gustado del alfa, pero no lo había aprendido a descifrar tanto como ahora. Yoongi siempre le dio atención, cariño, sus mejores momentos los había pasado con él. Incluso el día de su graduación de la secundaria, él estuvo ahí, sonriendo con orgullo. Y cada gesto de él le provocaba un vuelco en el estómago, aquella extraña corriente, su pulso acelerarse.

Salió del baño con una bata puesta. Sacó una camiseta blanca, unos bóxer y unas bermudas un poco cortas. Ese día era cálido, así que no tenía que preocuparse si se iba a morir de frío.

Antes de desnudarse la puerta fue abierta con lentitud. Yoongi apareció en su campo de visión con la mirada expectante y somnoliento. Vestía solo un pantalón de pijama y estaba descalzo. Tenía un moño un poco revuelto.

—Mierda Yoongi, me estoy vistiendo —Le avisó con molestia y vergüenza.

El alfa se encogió de hombros e ingresó a la habitación para arrojarse a su cama boca abajo. Así sin más, despreocupado.

𝚁𝙾𝙼𝙼𝙸𝙴 𝙰𝙻𝙵𝙰 - [𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora