La mañana en que Germán Stone fue llevado a la estación de policía, el cielo estaba teñido de un gris plomizo, como si presagiara la tormenta que estaba a punto de desatarse. Las calles estaban inusualmente silenciosas, con solo el eco distante de los pasos y las voces de los oficiales quebrando la tranquilidad.
Germán caminaba con una dignidad forzada, cada paso un desafío al destino que parecía haber sido escrito sin su consentimiento. A pesar de la firmeza de su postura, sus ojos revelaban una tormenta de emociones: ira, miedo, incredulidad. La imagen del magnate, del hermano del legendario David Stone, esposado y escoltado por la policía, era una que nadie hubiera podido imaginar.
"Señor Stone, tiene derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en un juicio," recitaba el oficial mientras lo guiaba hacia el coche patrulla.
Las palabras eran un eco lejano en la mente de Germán. Su mirada se perdía en el horizonte, en los recuerdos de días más brillantes, en las decisiones que lo habían llevado a ese momento irrevocable. La estación de policía, un edificio que había visto tantas veces desde la distancia, ahora lo recibía como protagonista de una historia que nunca quiso protagonizar.
Mientras Germán era procesado, las formalidades de la ley se entrelazaban con la realidad de su situación. Huellas dactilares, fotografías, preguntas que resonaban con acusaciones silenciosas. La celda, un espacio frío y desolado, se convertía en su nuevo mundo, una prisión no solo de paredes y barrotes, sino de pensamientos y arrepentimientos.
En otro lugar de la ciudad, Emily y Daniel recibían la noticia con una mezcla de alivio y consternación. La sospecha que había pesado sobre la familia Stone parecía haber encontrado un desenlace, pero el costo era uno que ninguno de los dos había anticipado.
"¿Crees que es realmente culpable?" preguntó Emily, su voz un hilo frágil en el silencio que los rodeaba.
Daniel miró hacia la ventana, donde las gotas de lluvia comenzaban a trazar caminos inciertos en el cristal. "No sé qué creer, Emily. Pero la verdad siempre encuentra su camino, incluso en las sombras más oscuras."
La encarcelación de Germán marcaba el comienzo de un nuevo capítulo en la saga de los Stone, un capítulo lleno de interrogantes y sombras. Mientras la lluvia caía sobre la ciudad, lavando las calles con su manto de purificación, las piezas del rompecabezas seguían en movimiento, buscando su lugar en una imagen que aún estaba lejos de completarse.
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Amor en un Acorde Roto
RomanceEn una ciudad en la que las luces de neón destellaban como promesas incumplidas, Emily se encontraba atrapada en un torbellino de emociones. Con su cabello oscuro cayendo en cascada sobre sus hombros y una mirada intensa en sus ojos, había cautivado...