Capítulo 11: Infidelidad

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Loki, envuelto en una red de intrigas, optó por engañar a su esposa, Anastasia. Aprovechando la distracción del bullicio del baile y seducido por los encantos de la reina Sansa, el príncipe de Asgard cedió a la tentación en un momento de debilidad.

Las miradas furtivas y las palabras susurradas tejieron un juego peligroso entre Loki y Sansa. La complicidad entre ambos se intensificó, llevando al príncipe a alejarse de la fidelidad que le debía a Anastasia. En esta encrucijada de deseos y secretos, Loki permitió que la atracción momentánea nublara su juicio, sumergiéndose en una situación que amenazaba con alterar el equilibrio de su vida marital.

Mientras tanto, Anastasia continuaba ajena a esta traición, disfrutando del baile y las risas con Jon. La escena revelaba una dualidad en la vida de Loki, donde las decisiones impulsivas y los deseos prohibidos se entretejían en una trama complicada que amenazaba con cambiar el curso de su relación con Anastasia.

Después de caer en la tentación y engañar a Anastasia con Sansa, Loki regresó al salón del baile, llevando consigo la carga de su traición. Al entrar, sus ojos se posaron en Anastasia, quien ahora compartía un animado momento con Jon.

El corazón de Loki latía con fuerza mientras observaba la escena, enfrentando el peso de sus acciones. La luz del salón de baile parecía intensificarse, arrojando una sombra sobre su rostro, reflejando la tormenta interna que se desataba en su interior.

Anastasia, ajena al engaño de Loki, sonreía con alegría junto a Jon. Loki, sintiendo el peso de su traición, vaciló un instante antes de acercarse, tratando de ocultar cualquier rastro de culpa en su expresión.

Sansa, por su parte, observaba con una sonrisa sutil, consciente del juego de engaños que se había desencadenado. La tensión en el aire era palpable mientras Loki se acercaba a Anastasia y Jon, enfrentando el dilema de ocultar su traición o confrontar las consecuencias de sus elecciones.

La escena se volvía un campo de emociones contenidas y secretos entrelazados, donde el destino de la relación entre Loki y Anastasia pendía de un hilo. El baile continuaba, pero la danza de engaños y revelaciones había marcado un punto de inflexión en esta historia de amor y traición en el reino encantado.

 El baile continuaba, pero la danza de engaños y revelaciones había marcado un punto de inflexión en esta historia de amor y traición en el reino encantado

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En medio del resplandor del salón de baile, Jon, con una sonrisa cortés, extendió la mano hacia Anastasia, invitándola a bailar. La música fluía con elegancia, creando un ambiente perfecto para la ocasión.

Jon: "Anastasia, ¿me concederías el honor de compartir esta danza contigo?"

Anastasia, apreciando la amabilidad de Jon, asintió con una sonrisa y aceptó la invitación.

Anastasia: "Será un placer, Jon. Gracias por la invitación."

La pareja se sumergió en la pista de baile, deslizándose con gracia al compás de la melodía. Los movimientos eran fluidos y armoniosos, reflejando la conexión que compartían en ese momento de complicidad.

Jon y Anastasia compartían risas y charlas durante la danza, creando un vínculo que parecía ir más allá de la superficie del baile. La luz suave del salón resaltaba sus gestos y expresiones, formando una escena llena de encanto y gracia.

Mientras bailaban, la música creaba un remanso en el tiempo, permitiendo a Jon y Anastasia disfrutar de la magia del momento. La invitación a bailar se convertía en un pequeño paréntesis en medio de las complejidades del baile y las relaciones entrelazadas en este reino encantado.

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