Nueve.

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Alexintento erguir su cuerpo pero el extraño y amorfo cuerpo de Smith lo lanzo por encima de la mesa rompiendo todo lo que había a su paso.

- Eres una rata inmunda, odio a los de tu jodida raza–Gruño Smith.

- Pues el sentimiento es mutuo–Contesto agitado Alex para lanzar una patada al estómago de Smith y apartarlo de él.

Mi corazón bombeaba de manera descontrolada y cuando creía que nada podía ser peor el cuerpo de Joe se dejó ver en el umbral de la puerta. Intente advertirle que John Smith no era quien pensábamos pero era demasiado tarde porque Smith encogió aquel aguijo que salía de su espalda teniendo un solo objetivo, mi hermano.

Lance un grito ahogado pensando que aquello podría detenerlo pero eso no fue así por lo que cerré mis ojos de golpe.

Abrí mis ojos lentamente al no sentir ningún tipo de ruido en la sala, la escena era muy contraria a la que había pensado. La mano de Joe estaba extendida por encima del cuerpo Smith, el cual lanzo un breve quejido y se desplomo en el suelo cubriéndolo de una sangre oscura.

- Vaya, ese fue un buen ataque–Halago Alex mientras sacudía el polvo de su camisa y pantalones.

- Oh! Muchas gracias– Contesto de forma halagada mi hermano mientras que yo no podía entender nada.

Una punzada vino a mí cuello y cuando lo note, tome entre mis manos aquella jeringa la cual contenía un líquido color azul. Smith me había logra suministras unos poco ml de lo que sea que fuese aquella sustancia.

- Jo...Joe–Balbucee cuando mi mirada se tornó borrosa. Tanto Joe como Alex me miraron con una expresión preocupada para luego sentir como mi cabeza dio de lleno en el suelo de mi living.

Narra Joe.

En cuanto recibí el llamado de mi madre diciendo que John Smith iba de camino a casa deje con las palabras en la boca de mi compañero de clases para tomar mi teléfono y llamar a Leah.

- Mierda Leah contesta!–Vocifere mientras escuchaba los pitidos y aumentaba la velocidad en la carretera.

Cuando por fin escuche su voz ordene rápidamente.

- Leah, no sé qué mierda nuestros padre pero me han dicho que Smith va a la casa–Conteste apresurado–No le abras la puerta hasta que yo haya llegado, vale?

Tire el celular en el asiento del copiloto luego de insistirle a Leah que no le abriese la puerta a nadie pero un mal presentimiento venía a mí constantemente.

Cuando por fin divise nuestro hogar baje rápidamente del auto aventando fuertemente la puerta de esté.

Abrí de golpe la puerta principal, encontrándome una batalla campal en mi casa, un chico cabello oscuro peleando con una criatura extraña a la que suponía que podía ser Smith.

La criatura se volteo rápidamente a mí y en el momento que me diviso, su aguijón se preparó para atacar directo a mí corazón.

- Margine– Murmure haciendo rígido y afilado mi brazo, atravesándolo en un segundo y así llegando a su oscuro corazón, lo despedace.

- Vaya, ese fue un buen ataque–Halago el chico que pude reconocer, Alex.

- Oh! Muchas gracias– Conteste halagado. La verdad es que me había costado unos años lograr aquel pequeño truco.

- Jo...Joe–Murmuro la voz de mi hermana para luego desmayarse.

- Mierda–Hable corriendo a su cuerpo.

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