Alexa Rodriguez, una famosa actriz y de vez en cuando también modelo se adentra en nuevas emociones y sentimientos que cambiarán el rumbo de su vida por completo tras conocer al actor Enzo Vorgincic. ¿Que fue lo que los unió?
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🎀𝙀𝙡𝙈𝙚𝙟𝙤𝙧𝘿𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙩𝙖𝙧🎀
A la mañana siguiente Enzo se despertó antes que Alexa, que seguía dormida agarrada a su pecho como si siguiera teniendo miedo.
Poco a poco trató de retirarla con cuidado de no despertarla y fue directo a la cocina para preparar el desayuno. Quería que tuviera el mejor despertar para al menos olvidar por unos momentos todo lo que había pasado ayer.
Preparó pancakes con miel y nata y los coloco en un plato junto con un café con leche descafeinado.
—Buenos días... —la voz adormilada de Alexa se hizo presente en la cocina.
—Buenos días chiquita. —exclamó Enzo con una sonrisa y caminando hacia ella para abrazarla.
La sonrisa del rostro de Alexa no se borraba. Enzo era un hombre realmente increíble. Se sentía como en casa cuando estaba a su lado.
—¿Te gustan los pancakes? —preguntó al separarse del abrazo.
—Me encantan... —exclamó mirando el plato que había en la mesa esperándole.
—Pues adelante, todos tuyos.
Los ojos de Alexa se iluminaron y una leve sonrisa se formó poco a poco en sus labios.
—¡Eres el mejor, gracias Enzo! —exclamó como una niña pequeña corriendo a sentarse en la silla para comenzar a comer.
Enzo tan solo rio tiernamente ante la imagen que acaba de presenciar. Aquella chica poco a poco estaba ganando un lugar en su corazón, y aún que le asustaba un poco ya que no estaba acostumbrado, no queria retroceder. El chico también cogió pancakes y se sentó a su lado dándose cuenta de que ella aún no había comido nada.
—¿Porque no comes? ¿No tienes hambre? —preguntó Enzo algo preocupado.
—Te estaba esperando. —dijo antes de darle un sorbo a su café.
Enzo no pudo evitar sonreír ante sus palabras y juntos comenzaron a desayunar. Hablaron sobre el rodaje de la película de 'La Sociedad de la Nieve' y también de diferentes proyectos que tenía Alexa entre manos. Rieron mucho, aún que la noche anterior pareciera que Alexa no volvería a reír, las anécdotas que le contaba Enzo sobre Matías y los demás eran dignas de escribir un libro. Aquellos jóvenes eran maravillosos.
Al acabar de desayunar Alexa lo recogió todo aún que Enzo se negaba constantemente.
—¡Déjame que lo haga yo! —exclamaba tratando de frenarla. —¡Eres una cabezona!
—¡Me da igual lo que me digas, me has tratado como una reina desde anoche y ahora me toca a mí hacer algo! —habló mientras llevaba los platos a lavar.
