Capítulo 1

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Tres Años Atrás

Llegué a la ciudad cuando el cielo se estaba cayendo, la tormenta azotaba las ventanas del edificio con fuerza, el acero de la estructura se oía crujir con cada ventarrón.

—¡Gracias! —le dije al hombre de smoking mientras le pagaba por su carrera.

Al subir a mi cuarto lo primero que hice fue lanzarme a la cama, estaba agotado.

Viajaba por mis vacaciones, mi familia solía decidir a donde ir, ese año había ganado mi propio dinero y tomé la libertad de viajar por mi cuenta.

—Piso 23, habitación número 26 —me dijo la recepcionista mientras me extendía la tarjeta.

—Mi equipaje —dije.

—Se le subirá en un momento, solo suba y esperemos que disfrute de su estadía —respondió rápidamente. Otro huésped había llegado.

Marqué mi piso en el ascensor. Las puertas casi se cierran pero volvieron a abrirse por la presencia de otra persona.

Entró un chico vestido con delantal azul.

—Disculpa —me dijo al meter las herramientas de limpieza.

—No hay problema —dije.

Si alguien me hubiese visto de seguro que me confundía con un tomate. Me puse nervioso por su presencia, sus brazos se veían fuertes marcados por venas, su rostro, oh Dios su rostro. Me lo comería entero si fuese un plato de comida.

Las puertas se abrieron. Era mi piso, caminé fuera del ascensor. Llegué a mi habitación y me tiré a dormir. No podía dejar de pensar en él. Maldito él.

A la mañana se me ocurrió la peor idea de mi vida.

—Si, necesito que manden un servicio de limpieza a la habitación veintiséis —dije al teléfono—. Ok, perfecto.

Esperé varios minutos, lo quería ver, quería hablarle.

—Hola, solicitó un servicio de limpieza, voy a pasar —dijeron al otro lado de la puerta.

Mi corazón se aceleró. Entró al cuarto un señor mayor, con su delantal azul y sus herramientas de limpieza.

Suspiré. 

—Hola, de casualidad ¿no conoce al chico que estaba limpiando en la entrada?, el que usa muchos anillos.

—¿Kai? claro, hoy le toca estar en recepción.

—¡Muchas gracias! –dije casi gritando.

Salí del cuarto y bajé en el ascensor.

Lo ví apenas se abrieron las puertas. Esta vez vestía un traje, un poco más elegante para recibir a los nuevos huéspedes.

—¿En qué puedo ayudarte? —me preguntó.

—¿Dónde puedo comer algo por aquí? —pregunté.

—Puedes comer en el restaurante del edificio, está en el último piso, aunque la hora del almuerzo es en tres horas.

—La verdad —hice una pausa por los nervios—. Me pareciste muy lindo, y me gustaría invitarte a comer algo. Solo si estás disponible.

Otro chico apareció sacudiendo su uniforme, mientras se quejaba del polvillo.

—Noche. Ocho pm. Te espero aquí.

Me dio la espalda, su voz fue suave, como evitando que su compañero escuchase. Ignoré eso, estaba emocionado.

3 de diciembre 2023

Él Y MI SANGRE ¿BL? +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora