Capítulo 2

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Después de mirarme sin emoción alguna, comenzó a empujarme. Tomándome de mi brazo para jalarme, mientras yo trataba de soltarme de su agarre y lloraba. Estaba asustado. El lugar estaba muy oscuro.

—Entra Adam, o ¿quieres que esto ya no sean solo golpes? —dijo amenazante. Sus manos apretaban con fuerza mis muñecas.

—¿Por qué me haces esto? —le pregunté caminando lentamente hacia la entrada.

Me jaló con fuerza. Mi brazo crujió, caí al piso del lugar. El dolor comenzó a crecer en mi muñeca. Estaba inflamada y sentía como palpitaba.

—Te dije que entraras, ahora mira, heriste tu muñeca —dijo volteando los ojos en blanco.

—Tú lo hiciste —dije llorando por el dolor; cada vez incrementaba y con cada latido de mi corazón era como si clavaran un cuchillo entre la articulación.

—No, tú no me hiciste caso.

Mis lagrimas seguían saliendo mientras sostenía mi muñeca con mi otra mano. Sentía presión y la zona estaba caliente. Dolía mucho. Levanté la vista, el lugar estaba lleno de cajas y algunos utensilios de limpieza, los mismos que usaban en el hotel. Quizás era un almacén del mismo, olía a químicos y un poco a humedad.

—¿Quieres algo antes de que me vaya?

—¿A dónde te vas?

—¿Ahora te preocupas por mí? Hace algunos minutos querías abandonarme, qué hipócrita eres Adam.

—¡Ya basta! Por Dios, no entiendo qué quieres de mí, mi vida está en esa ciudad, mi familia, todo.

—Es mejor que vayas olvidando todo eso.

—Mi familia va a buscarme cuando vean que no respondo.

—¿Si? Ay, pobrecito e iluso cachorrito.

—Eres un idiota Kai, no estás bien.

—¡Cállate! —gritó—. No estoy loco.

Abofeteó mi rostro con fuerza. Recogí mi cuerpo asustado, ya no era él, debía olvidarme de él. Debía dejar de amarlo como lo hice hasta hace horas.

—¿Quieres algo o no? —preguntó furioso.

No le respondí, miré hacia otro lado. Escuché como bufó y caminó, la puerta de metal chilló al abrirse. El estruendo de la puerta al cerrar trajo consigo oscuridad. Las luces del lugar se apagaron.

Tenía miedo a la oscuridad, comencé a llorar acostado en el suelo. Pasaron varias horas, el sueño me empezó a atacar, mis ojos se cerraban solos pero el dolor de mi muñeca era insoportable, no podía conciliar el sueño. Observé haces de luz atravesar pequeñas vidrieras en la parte alta del galpón. Pequeñas ventanas por las que no pasaría ni un bebe.

Al menos el sitio ya no estaba tan oscuro y era capaz de observar algunas cosas.

Levanté mi cuerpo apoyándome de mi mano sana, fue difícil y me quejé al levantarme. Caminé hacia las cajas, esperando, deseando encontrar algo que me sacara de allí.

—Strong cleaning chemicals —leí en las letras amarillas. Abrí la caja, vi varios frascos de ácido para destapar cañerías, otros frascos de cloro y uno de jabón en polvo. Abrí otra caja, esta no tenía nada impreso. Había una cadena larga, varias llaves y algunos candados.

Definitivamente era el almacén del hotel. Mi duda ahora era saber en qué zona del edificio estaba ese almacén. Sobre mí podría estar todo el edificio con cientos de personas llegando a hospedarse, seguro alguien se daría cuenta.

Él Y MI SANGRE ¿BL? +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora