Se oyeron varios gritos, la luz volvió. Escuché pasos acelerados, alguien corriendo por el pasillo que daba a mi habitación, las alarmas de algunos carros aturdiendo mis oídos, y el sonido de una música calmada comenzó a sonar en el piso de abajo.
La puerta de mi habitación se abrió. Miré asustado desde el suelo. Kai, tenía el cabello desordenado, estaba respirando como loco, estaba transpirando como si acabara de correr un maratón, lo vi dejar una bolsa de papel a un lado en el suelo.
Corrió hacia mí, abracé mis rodillas mientras temblaba del miedo, esperaba el dolor, pero sentí su calor arroparme, un cálido abrazo que me paralizó. Mi cuerpo se relajó al recibirlo, me sentí bien.
—¿Qué ocurrió? —pregunté.
—¿Estás bien? —preguntó.
¿Bien?, estar bien, ¿A qué carajos se refería con estar, "bien"?, estaba bien si con "bien" se refería a que no me habían volado los sesos, pero nada estaba bien, nada.
—No se ni como responder a eso —le dije.
Su silencio se clavó en mi pecho.
—Estás respirando, con eso es más que suficiente —dijo despojando mi cuerpo de su abrazo.
—¿Es en serio? —dije, sentí un nudo en la garganta.
—Después de todo —mi voz se cortó, quería llorar—. Después de todo lo que me hiciste, con que solo respire, te basta.
—¿Prefieres no hacerlo? —preguntó tomándome del cuello.
Comencé a luchar por respirar. Sus manos presionaron con tanta fuerza que creí que mis vértebras cervicales se reventarían en cualquier segundo.
No podía hacer más que luchar por aire, esperar que su decisión no fuese continuar hasta matarme. Mi vista se nubló, el seguía presionando sin expresar ninguna emoción, comencé a retorcerme, dar patadas, traté de empujarlo pero mis manos dolieron.
Me soltó cuando mis ojos ya estaban blancos y mi piel se había tornado azulada.
—¿Prefieres así? —dijo pateándome en la cabeza.
—¡AAGH! —grité al sentir el golpe de su zapato en mi cara, la sangre comenzó a salir de mi boca, chorreaba la alfombra, estaba aturdido por el golpe y no podía moverme. Lo miré rogándole, rogándole que no me diera otra, que ya había entendido, que ya no hablaría, que ya no expresaría nada, que ya no iba a decir nada que a él no le gustase, que me tragaría el dolor de sus golpes, que reprimiría mis sentimientos, que acabaría conmigo mismo para darle el gusto.
—Mataron a dos personas frente al hotel —dijo quitándose los zapatos.
No respondí nada, seguía sollozando de dolor mientras presionaba mi boca con mis manos vendadas, la sangre impregnaba su sabor ferroso en mi lengua.
—Al parecer unos mafiosos arreglando cuentas —expresó apagando la luz principal.
—Te traje algo de comida, está en la bolsa —dijo acostándose en la cama.
Arrastré mi cuerpo hasta la bolsa, tenía miedo de hacer ruido. La destapé, el olor a comida despertó mis sentidos. Eran dos hamburguesas, comencé a llorar como desquiciado, al no poder tomarlas con mis propias manos.
Se levantó acercándose a mí, tomó la primera y comenzó a dármela en la boca. Comencé a comer muy rápido.
—Mgh —gemí, al sentir el sabor en mi boca, al poder saciar el hambre. Terminé devorando todo en minutos.
La habitación solo estaba alumbrada por la luz de la luna.
—¿Si te gustan de pollo? —preguntó.
Asentí mientras él limpiaba mi boca con la servilleta, pude notar la mancha de sangre que quedó en la misma.
Se levantó para volverse a acostar.
Me acerqué junto a él a la cama. Pero su agarre me detuvo.
—Tú no vas a dormir aquí —dijo.
Miré el suelo con tristeza y me acosté en el sin decir nada.
—Y ni pienses en escapar de aquí, la puerta está cerrada —dijo. Tampoco había pensado salir de ese lugar, mis manos no servirían ni para abrir una puerta.
Conciliar el sueño no me fue tan difícil, el concreto del almacén era mucho más duro que el suelo alfombrado de la habitación. El problema vino cuando el frío penetró hasta mis huesos. Temblaba como cachorro teniendo una pesadilla, me levanté a media noche a intentar arroparme.
—Adam —dijo Kai haciéndome saltar del susto.
—Y-yo solo tengo frío —dije con miedo.
—¿Quieres que te caliente? —preguntó con ese tono burlón que me carcomía el cerebro.
Me volví a acostar en el piso, abrazándome a mí mismo, temblaba tanto que mis dientes se oían chocar.
—Vente —dijo Kai abriendo un espacio bajo la manta.
Me hice el duro por unos segundos, pero el frío me rompió en milisegundos, me acosté con él, sentí su calor corporal, me abrazó. Caí dormido como peso muerto. La piel de su abdomen me rozaba, se había quitado la camiseta, sentía el calor de su piel pegado a mi espalda, por primera vez desde aquella noche, su contacto físico fue reconfortante.
Dormí mientras me abrazaba, un abrazo de cariño falso y calor real.
Un sentimiento atacó mi mente mientras dormía, un sueño que me despertó a mitad de la noche con la respiración acelerada, estaba sudando frío, y mis ojos lloraban sin precedente.
Lo vi moverse un poco, sin llegar a despertarse, solo se acomodó en el sitio. Suspiré al no poder recordar lo que había soñado. Todo era rojo, todo estaba muerto, todo estaba quebrado por él. Pero no recordaba nada más que los patrones y colores. Todo estaba borroso. Excepto mis lágrimas sobre la almohada, esas si eran palpables.
Me levanté y caminé hacia la ventana. La luna estaba a punto de ser cubierta por un cúmulo de nubes grises. Se avecinaba una gran tormenta, a lo lejos se vieron algunos relámpagos que resonaron segundos después en truenos.
Miré por la ventana hasta que amaneció. El cristal blindado detuvo en varios momentos mis ansias de lanzarme al vacío. Estaba seguro de que aunque siguiese vivo, después de esa noche iba a sentirme más muerto que nunca.
—Buenos días —dijo Kai mientras acomodaba su cabello con ambas manos, despertó a penas comenzó a salir el sol.
Lo miré y sonreí con los labios juntos. Su rostro se veía lindo a pesar de que acababa de despertar. Vi mi sangre seca en sus nudillos; la imagen de sus golpes revivió en mi mente.
—Vamos a ducharnos —dijo caminando hacia el baño.
Gracias por leer la historia <3
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Él Y MI SANGRE ¿BL? +21
Mystery / ThrillerAdam pensó que había encontrado el amor en Kai, pero lo que descubrió fue una prisión de abuso y manipulación. Cada día se convierte en una lucha por sobrevivir, atrapado en un ciclo de promesas rotas y violencia sangrienta. En un mundo donde el amo...