—¿Por qué dudas tanto? te salvé la vida —dijo bajando su bragueta.
—Me salvó el que casi me mató —dije mirando su ropa interior a través de la abertura en su pantalón.
—No te veo muy dispuesto a hacerlo —expresó mientras relamía sus labios.
—Es que, simplemente no quiero —dije. Él me atraía, físicamente, no podía negar mis sensaciones carnales, pero darle el lujo de hacerlo cuando él no se esforzaba en ser al menos un poco humano conmigo era una locura.
—Hagamos algo —dijo sonriendo un poco.
Lo vi levantarse y acercarse a mí, se sentó a un lado de la cama. Intenté decir algo, pero ya estaba encima de mi cuerpo presionando mis manos en la cama sobre mi cabeza. Su peso me causaba dolor en las costillas.
Sentí su respiración en mi cuello, su erección presionando contra mi torso y su calor corporal sofocando cada rincón. Le miré directo a los ojos, me quejé de dolor al respirar profundo.
—¿Acaso puedo negarme a algunas de tus ideas? —pregunté.
—No —dijo, presionando por debajo de mi mandíbula con una navaja, esta relucía con las luces de la habitación. Una línea de sangre se corrió. Lo hizo tan rápido que mi cuerpo no reaccionó, no sentí dolor hasta unos segundos después.
—N-no debes amenazarme Kai, por favor, lo haré —dije, mis lágrimas se ligaron a la sangre. Lo vi acercarse a mi rostro, sentí su lengua limpiarme la herida, la sangre siguió saliendo diluyendo su pureza con el agua de mis lágrimas triviales.
Su lengua manchada de mi rojo, siguió recorriendo mi cuello, un escalofrío me hizo arquear mi espalda, solté un suspiro. Bajó hasta mi abdomen, sentí otro corte, esta vez en mi clavícula, la sangre salió con más fuerza, él manchó sus dedos con la misma.
—Abre la boca —dijo, lo hice por miedo, la cuchilla seguía amenazando con cortar más profundo. Metió sus dedos en mi boca, sentí el sabor metálico despertar mis papilas gustativas. Su mirada me estaba ignorando, solo observaba los fluidos mezclarse en mi boca, mis lágrimas unirse con sus dedos.
Sacó sus dedos, se acercó besándome, sentí su lengua recorrer cada rincón, curiosa en mi boca, deseando más. Continué el beso, sin negarme, sin quejarme, sin reclamarle nada, solo dejé que lo hiciera, mientras mis manos se expresaban temblando del miedo, mientras el filo de la navaja abría mi piel haciéndome llorar del dolor, mientras sus manos jugaban con el fluido que salía de la herida.
Se abalanzó sobre mí, mi cuerpo se reafirmó de golpe sobre la cama, sentí su peso, su calor, su fuerza. Comenzó quitándome la ropa, alzando mi camiseta por encima de mis hombros, mis clavículas estaban marcadas, con algunos hematomas decorandolas, la sangre dejó de ser absorbida por la tela de mi camiseta y siguió brotando hasta deslizarse a mi pecho.—No entiendo —dije, detuvo sus besos de inmediato, para mirarme.
Ladeó la cabeza confundido.
—No entiendo por qué me deseas si demuestras todo lo contrario —dije, mis lágrimas seguían bajando por mis mejillas.
Odiaba la verdad, me di cuenta a las malas, noté que cuando le echaba las verdades frente a su cara, Kai reaccionaba de forma violenta. Pero no fue hasta ese momento en que sobrepasó los límites. Una pequeña linea delgada entre los golpes y la brutalidad, entre la violencia y la tortura, entre las lagrimas y el dolor puro.
Tomó con fuerza mis muñecas, presionó con todo su peso sobre las mismas por encima de mi cabeza y contra la cama.
Le miré confundido, y tras pasar un milisegundo grité con todas mis fuerzas, el grito más desgarrador que mi garganta había producido en toda mi vida, grité al sentir la presión en mis manos, tan fuerte que mis dedos se contrajeron tronando, su agarre me estaba reventando los dedos, dislocando cada articulación mientras sonreía un poco.
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Él Y MI SANGRE ¿BL? +21
Mystery / ThrillerAdam pensó que había encontrado el amor en Kai, pero lo que descubrió fue una prisión de abuso y manipulación. Cada día se convierte en una lucha por sobrevivir, atrapado en un ciclo de promesas rotas y violencia sangrienta. En un mundo donde el amo...