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Según relatan el accidente se debió a que el otro coche se paso el alto, embistiendo el de Mel y provocando que se volteara. El doctor dijo que ella esta físicamente bien pero el impacto que recibió en la cabeza es del que se espera no tenga secuelas, algunos rasguños adornan su cara y también sus brazos, sin duda alguna sentí un miedo enorme de perderla.

—Hola. —levante la mirada y en la puerta está mi madre. —¿Como esta?

—Aparententemente bien. —me acomode en el sofá para intentar dormir un rato.

—Ve a casa, yo me quedo con ella. —se acerca a mi y acaricia mi cabello. —Cualquier cosa que suceda yo te llamo. —no quiero irme y dejarla aquí, sé que no estará sola pero separarme de ella me recuerda la vez que estuvo sola por dos semanas. —No la dejaré hasta que tu vuelvas. —no me convencía y estaba por responder cuando siguió. —Date un baño y descansa, debes estar bien cuando ella despierte y debes de ser su soporte, eres sus esposa no puedes dejarte caer. Nadie dejara qué lo hagas. —terminó mientras tomaba mis manos.

—No quiero dejarla. —solloce en los brazos de mi madre. —Necesito a mi esposa de vuelta, ella tiene que estar bien. —no quiero pasar mi embarazo sin ella.

—Lo sé, mi niña. Pero tienes que estar bien, seguro ella sabe que te necesita y también esta luchando por despertar. —estuve unos minutos más en el regazo de mamá llorando. Finalmente volví a una casa que ahora mismo se siente sola, como odio esta soledad, Mel siempre se encargaba se estar conmigo y sino podía me dejaba estar con ella en su despacho.

Hace dos semanas fue la últimas vez que vi a Melissa, aquella vez sus palabras fueron muy duras y frías. Mati se encargo de llevarme a casa y fue donde mamá nos encontró, le conté lo sucedido y me dijo que si esa mujer lo único que hacia era daño tenía prohibido volver a verla.

—¿Quien era? —le pregunte a mamá después de que tocaron la puerta.

—El mismo repartidor. —se acerco a la mesa y dejo un gran ramo de rosas. —Ella simplemente no se rinde. —asentí porque cada día envía un arreglo diferente.

Emma.

Lo mejor de esta vida es estar a lado tuyo.
Sé que me equivoque y si tengo que pedirte perdón toda una vida, lo haría solo por poder tenerte otra vez entre mis brazos.

Te extraño mucho.
MB

Mamá, voy a buscarla. —le dije cuando termine de leer la nota.

—Si te vuelvo a ver llorar por ella nos vamos del edificio. —asentí y fui a mi habitación para cambiarme, a esta hora seguramente sigue en la constructora.

Salí directo al edificio, en el ascensor para mi desgracia me encontré con Ulises, decidí ignorarlo completamente hasta que llegamos al piso pero justo en ese momento me tomó del brazo e intento acercarse a mi, lo empuje con todas las fuerzas que tenia y salí corriendo en dirección a la oficina de Melissa, entre de golpe y la asuste tanto que corrió a mi lado.

Emma, ¿qué pasa? —preguntó a unos centímetros de mi. —¿Emma?

—Yo me encontré con Ulises en el ascensor y

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora