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No quería confrontar a mamá, pero Mel tenía razón yo necesitaba respuestas y la única que las tenía era ella. Dos semanas en las que no he podido dormir intentando recordar quien es ese hombre.

Duerme un poco. —dijo Mel tomando asiendo a mi lado.

Estábamos en el departamento de Mel, fue por mi al restaurante donde estoy trabajando de medio tiempo. Me acerque y escondí mi cara en su pecho, por más intentos qué hiciera por recordar algo sobre esa persona, todos eran en vano porque solo era una sombra y también era muy borrosa.

—Tal vez sea momento de que hables con tu mamá. —recosté mi cabeza sobre sus piernas. —Llevas días sin poder dormir por darle vueltas a ese recuerdo, te creo cuando me dices que no es una imaginación, pero solo te estas atormentando por las dudas que tienes. —agradecía qué me creyera y que no pensará qué todo era un invento para no tener relaciones, aún no hablaba con mamá porque no sabía como abordar el tema.

Estaba por responder cuando golpearon muy fuerte la puerta, Mel se levantó y camino en dirección a esta. Debía ser alguien conocido porque el portero no aviso de una visita, no llamó para preguntar si le podía dejar pasar. Cuando abrió una Mati bastante acelerada llegó frente a mi, ignorando completamente a Mel.

¡Emma! —grito y su expresión era como si fuera la primera vez que me veía. Me levante y mire a Mel buscando alguna explicación, pero ambas estábamos igual. —Te encontré. —susurro y se abalanzó contra mi.

—¿Mati? —la primera en hablar fue Mel y se acerco a nosotras, justo a mi lado. —¿Como qué la encontrate? ¿Qué quieres decir? Mati se alejo y antes de contestar busco algo dentro de su mochila.

—¿Él es tu padre? —me mostró una foto de un hombre con bastate barba, delgado y podría decir que alto, piel pálida y una mirada penetrante.

—No lo sé. —no lo conocía. —No recuerdo mucho de mi padre y a mamá no le gusta hablar de él. —explique y otra vez buscó dentro de su mochila.

—¿Ella es tu madre? —la foto era de mi madre pero parecía de varios años atrás.

—Si, ¿por qué la tienes? —se la quite de la mano y la mire detalladamente, mamá parecía estar embarazada y tenia a una pequeña de unos cinco o seis años a su lado.

—Esta eres tú. —me tendió otra foto donde estaba evidentemente yo, pero tenia cuatro o cinco años. —Ese hombre es mi padre… —sus palabras llevaban alguna explicación pero no entendía cual era. —Ella es mi madre… —señaló la foto. —Y tu eres mi hermana. —¿hermana? Mamá dejo de buscarla porque comenzó a creer que estaba muerta y ahora aparece frente a mi y es la mejor amiga de mi novia. —Pase años buscándolas, comenzaba a creer que nunca las encontraría.

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora