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14. y esos que ahora hablan, déjalos que mueran de rabia.

Me acomodé mejor en la cama mientras seguía manteniendo el contacto visual con Enzo, quien me había empezado a explicar porque había estado tan ausente estas dos últimas semanas.

—El tema es que ella vino para Buenos Aires sin decirme nada y justamente el día que fuimos a desayunar, me avisó que se quedaba dos semanas y que no tenía mucha plata como para pagarse un telo, obviamente le dije que se podía quedar en casa sin problema, pero que no lo volviera a hacer—explicó gesticulando con las manos,—Teníamos una conversación pendiente pero no pensé que ella fuera a venir hasta acá, es más, ya le había dicho un par de veces que cuando fuera para Uruguay íbamos a hablar las cosas para aclarar todo, pero claro...

Se quedó callado y se rascó la nuca varias veces, en símbolo de nerviosismo.

—¿Pero claro que?

—Que justamente el fin de semana que iba a ir a Uruguay, llegaste vos de Europa y los chicos me habían hablado tan bien de vos que tenía muchas ganas de conocerte y, ¿que querés que te diga? desde que te conocí, no volví a mirar los pasajes para ir porque sentí que lo de Sofía podía esperar pero se ve que se desesperó y bueno, acá estamos.

Se encogió de hombros y me regaló una sonrisa forzada.

Me morí de ternura al escuchar esas palabras, tenía ganas de abrazarlo y besarlo todo, pero mi orgullo de leonina me lo impedía, así que le reste importancia y volví a hacerle otra pregunta;

—¿Y por qué cortaste con ella? Si se puede saber.

Se puso el índice y el pulgar encima de las comisuras de su labio y los arrastró hacia abajo formando un semicírculo.

Se ve que le había incomodado la pregunta, pero aún así, la respondió;

—Es largo de explicar...

—Tengo todo el tiempo del mundo, así que si queres que te perdone anda largando el chisme charrúa—concluí provocando que se mordiera el labio y negara reiteradas veces para reprimiendo su risa.

—Sos terrible vos—dijo mientras se reía y después de unos segundos volvió a hablar—Básicamente llegó un momento en el que nuestra relación no estaba muy bien, yo venía mucho para Argentina por temas de trabajo y porque justamente me había hecho amigo de Simon. Además, de que yo soy re independiente y me gusta hacer la mía, obvio que también me gusta estar acompañado pero disfruto mucho de la soledad mientras que ella era todo lo contrario, quería estar siempre conmigo, no se juntaba nunca con la amigas y si yo tenía cosas que hacer no salía a ningún lado—informó e hizo una pausa—El caso es que uno de esos findes que me vine para Buenos Aires, ella había salido con sus amigas y una conocida mía me mandó un foto de ella chapando con un pibe aunque no solamente se lo chapó porque después bueno...

Con cada cosa que me iba contando Enzo los ojos se me abrían cada vez más, si es que eso era posible.

¿Cómo podían cagarlo?
Si era un amor y un bombonazo.
Claramente había gente pelotuda y después estaba Sofía.

—Paso un tiempo y ella vino un par de veces a mi casa arrepentida de haberme hecho eso porque sabía que no iba a volver a encontrar a una persona como yo en su vida, pero llegó a un punto en el que empezó a obsesionarse y no me dejaba vivir tranquilo; no podía conocer a ninguna chica porque ella siempre andaba de atrás para intentar cagarme todo, es más, cada chica con la que subía alguna foto a Instagram o empezaba a seguir, ella la seguía y les escribía aclarándoles que ella estaba de novia conmigo.

—Alta loca, se llevaría de diez con Malena; las dos igual de trastornadas.

Su risa resonó en toda la habitación contagiándome a mi.

—Bueno dale chiquita, te toca a vos—alardeó mientras chasqueaba los dedos apurándome para hablar, alcé una ceja y le hice montoncito con la mano—Dale, no seas mala. Yo te conte todo porque sos una chusma y querías saber el quilombo con Sofía, yo quiero que me cuentes lo tuyo para ayudarte.

—¿Qué queres que te cuente?—cuestioné haciéndome la tonta, bufó y rodó los ojos—Tengo que hacerte otra pregunta.

Hizo un gesto con la cabeza para que hablara;

—¿Por qué la llevaste a la juntada?

Rió,—Porque después del partido tenía que llevarla al aeropuerto y me quedaba de paso ir a la juntada aparte tenía ganas de verte.

Sonreí con ternura.
Era un angelito caigo del cielo.

—¿Bueno ahora si me vas a contar? ¿o te vas a seguir haciendo la pelotuda?

Solté una carcajada.

Empecé a explicarle todo desde el principio y con todo lujo de detalles, ya que era la primera persona ajena a mi familia a la que se lo contaba, Agustín no contaba porque era como un hermano para mí, por ende, ya sabía todo.

Enzo me miraba atentamente y de vez en cuando soltaba alguna que otro comentario, pero la mayor parte del tiempo estuvo en silencio escuchándome como si fuera lo más entretenido del mundo.

—O sea, ¿me estás diciendo que Malena se quiso acostar con tu papá porque cuando se le declaró a tu hermana, ella la rechazó?

• • •

quería subir uno más antes de irme a dormirr

no se pueden ni quejar, desde que empecé con la fic subo capítulos TODOS LOS DÍAS, hoy subí 4 hablame de cebada.

bueno espero que lo disfruten mucho, lxs tkm🩷❤️

kilig ; enzo vogrincic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora