28. ojalá te sirva como experiencia porque esto es una mierda.
—Estoy nerviosa—confesé mientras caminaba de un lado a otro en símbolo de nerviosismo, me paré en seco y miré a Enzo, quien estaba sentado en el sillón tomando mate y me hacía señas para que me sentara a su lado, negué.
—Dale, vení—pidió volviendo a darle golpecitos al sillón para que me sentara ahí, acaté sus órdenes y en cuestión de segundos lo tenía acariciándome la pierna para intentar tranquilizarme,—Estas re nerviosa gorda, cálmate. Vas a ver que sale todo bien.
Le regale un sonrisa al ver como intentaba tranquilizarme, pero era prácticamente imposible después de esta noche mi relación con Matías podría terminar o muy bien o muy mal, por no hablar, de que su relación pendía de un hilo.
Apoyé mi cabeza en el hombro del morocho al ver que mi amigo tardaba más de la cuenta, cosa que me preocupaba y me daba miedo no poder hacer el plan que tenía en mente.
Escuché el timbre sonar y sentí como un escalofrío recorrió mi espina dorsal y provocó que se me pusieran los pelos de punta.
Mi acompañante al ver que no reaccionaba fue el es que se encargó de levantarse e ir a abrir la puerta. Segundos más tarde apareció en mi campo de visión un Matías con un semblante de preocupación y cansancio al mismo tiempo.
El castaño se acercó hasta donde estaba y se quedó mirándome fijamente sin objetar ninguna palabra, como si con las miradas nos estuviéramos diciendo todo lo que necesitábamos decirnos.
—Los dejo solos así hablan más tranquilos. Cualquier cosa estoy arriba—avisó el morocho mientras subía las escaleras, giré mi cabeza para mirarlo y asentí apenas para después regalarle una sonrisa de boca cerrada.
Cuando Enzo desapareció de mi campo de visión y escuché la puerta de mi pieza cerrarse, volví a mantener contacto visual con Matías, quien seguía mirándome en silencio.
—Sentate—hablé después de palpar el sillón indicándole que se sentara, no lo dudo ni dos segundos y se sentó pero en frente mío para no perder el contacto visual. Agarré el termo que estaba en la mesa ratona para verter el agua hirviendo en el mate,—¿Querés?
El no aceptó gustoso y no tardó ni un minuto en tomárselo.
—Dale, contame. Estoy manijeandome desde que salí de mi casa.
Agaché la cabeza y empecé a jugar con mis manos como si fuera lo mas entretenido del mundo mientras pensaba exactamente como y que le iba a decir a Matias.
—Bueno, yo no sé si vos te acordas porque éramos muy chiquitos, pero mi hermana tenía una amiga con la que era culo y calzón, esa amiga era Malena—informé bajo su atenta mirada, la cual no tenía ninguna expresión. Hice una pausa para aclararme la garganta y añadí:—Ella estaba pasando por un momento delicado en su vida, básicamente porque la mamá los había abandonado y el padre se había metido en el ambiente de la farlopa. Entonces mis viejos decidieron que ella viniera un tiempo a vivir con nosotros para que no sufriera tanto y pudiera tener una vida más tranquila.
—Si eso lo sabía, bah, sabía que había estado en una casa durante un tiempo mientras lo de su familia se acomodaba pero nunca me dijo en casa de quien se había quedado.
—El caso es que durante todo ese tiempo que ella estuvo conviviendo con nosotros, empezó a mirar a mi hermana con otros ojos—expliqué y al ver cómo frunció el ceño, agregué:—La empezó a mirar con ojos de amor, no de amistad. Un día ella se le declaró a mi hermana, Antonella obviamente la rechazó porque la quería como amiga y porque obviamente nunca se iba a sentir atraída por una mujer y ahí, es cuando empezó todo el quilombo. Malena se quiso vengar de mi hermana aprovechándose de que vivía en mi casa para insinuársele a mi papá y haciéndole la vida imposible a mi mamá para hacerle sentir a mi hermana lo que era el verdadero dolor.
El castaño se quedó mirándome por un par de minutos en silencio y segundos para tarde se levantó para empezar a caminar de un lado para el otro mientras se pasaba la mano por el pelo en símbolo de frustración.
—Una vez mi mamá terminó llorando y estuvo a punto de separarse de mi viejo por la pelotudeces que hacía Malena. Entonces me quise vengar y por eso estuve saliendo un tiempo con Marcos, por rencor y para que ella sintiera lo que era ver a alguien importante para vos sufrir por la persona que más odias en este mundo—argumenté provocando que el se detuviera y que llamara su atención al instante—A lo que voy es que, ella está con vos para hacerme sufrir Mati, ella sabe lo importante que sos para mí y que sería capaz de hacer cualquier cosa por vos. Ella solamente te está utilizando para provocarme dolor y por eso hace todo lo posible para ponerte en mi contra, para que yo ceda y acepte mis errores.
El timbre volvió a sonar por segunda vez en la noche y sabía que se trababa de Malena y si antes estaba nervios, ahora lo estaba a tal punto de que en cualquier momento sentía que me iba a dar un ataque de ansiedad de todos los nervios que cargaba encima; las manos me sudaban y sentía como el corazón se me iba a salir del pecho.
—Escóndete dale—pedí mientras me levantaba rápidamente del sillón y lo empezaba a empujar para que subiera las escaleras.
—¿Para que?—se quejó el castaño mientras intentaba pararse en seco para poder mirarme y hablar conmigo.
—Para que conozcas la verdadera faceta de Malena.
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holaaa como andaaaan
bueno les tiro data subi el tercer cap de la fic de pipe asi que vayan a darle mucho amoooor!!!
y tmbb subi una fic de mati nueva, borre la otra porque no me terminaba de sentir cómoda con esa fic así que decidí borrarla y hacer esta, así que vamos a darle un voto de confianza :)