21. cuando sale de la discoteca, usa mi brazo de abrigo.
Enzo
Silencio.
No se escuchaba nada, solamente los autos pasar por la carretera y algún que otro grillo que andaba por la vereda.
Grecia me había pedido si nos podíamos ir del boliche sin motivo ninguno o por lo menos ella no me había dicho porque se quería ir, tampoco insistí en preguntarle, ya que el estado en el que estaba la rubia no era uno de los mejores. Se notaba que estaba exaltada, nerviosa y enojada y sabía que eso tenía mucho que ver con la conversación que había tenido con Matías pero sobre todo con Marcos.
Desvié la mirada de la calle cuando escuché un sollozo por parte de Grecia, quien rápidamente se pasó la mano por su cara eliminando las lágrimas que se deslizaban por sus cachetes.
Pasé mi brazo derecho por encima de sus hombros y la atraje hasta mi para darle un beso en la cabeza,—Si necesitas llorar, llora Gre.
Ella no respondió nada simplemente se dedicó a llorar en silencio mientras pasaba su mano izquierda por detrás de mi cintura para abrazarme.
—Me da mucha bronca e impotencia todo esto—declaró entre dientes mientras seguía pasándose la mano por su cara tratando de eliminar las gotas que brotaban de sus ojos,—Yo solamente quiero que Matías se de cuenta del tipo de persona tiene a su lado y que tanto Malena como Marcos no me rompan mas los huevos, ¿tan difícil es?
Alzó la vista buscando mis ojos para que le diera una respuesta o aportara algún tipo de comentario.
—Es comprensible que te de bronca pero así como estás no vas a llegar a ningún lado, te haces mucho problema por personas que no valen la pena y eso te termina afectando en tu salud—comenté mientras le sobaba el hombro y luego le hacía caricias en este—Así que quédate tranquila ¿si? Por Matías tampoco te hagas problema, ya se dará cuenta, dale tiempo no más.
—Ya sé, pero me da miedo de que cuando el de se cuenta, ya sea demasiado tarde—se sinceró la ojiverde mientras se acomodaba los mechones rebeldes detrás de su oreja para después alzar la vista,—¿Hoy me puedo quedar en tu casa? Bah, si no te jode obvio, sino no pasa nada...
Sonreí ampliamente al escuchar su pregunta.
—Obvio que podes, ¿Que pregunta es esa?—formulé irónicamente provocando que me regalara una sonrisa de boca cerrada,—Eso sí, avísale a tu mamá.
Esta vez soltó una carcajada y sacó el celular del bolsillo para mandarle un audio a su mamá diciéndole que se quedaba en mi casa y que mañana iba a llegar tarde.
Una vez llegamos hasta mi departamento, enterré la llave en la cerradura y giré esta para finalmente abrir la puerta encontrándome con Uma y Hada, mis dos gatitas. Grecia se agachó casi al instante para acariciarlas, ya que nos recibieron de manera eufórica y se quedó un rato mimándolas.
Aproveché para ir a la cocina y calentar el agua para tomar unos mates y abrí la heladera para agarrar los sándwiches de miga que había comprado a la mañana en la pastelería de los abuelos de Grecia, tenía razón cuando decía que era una de las mejores de Buenos Aires.
Fui hasta el living para dejarlos sobre la mesa ratona y volví a la cocina para agarrar el equipo de mate.
—¿Necesitas ayuda?—gritó desde el living y escuché unos pasos dándome a entender que estaba viniendo hasta la cocina. Cuando pasó la puerta simplemente la miré con una sonrisa y negué—¿Seguro?
Asentí,—No te hagas problema. Si querés anda a pegarte una ducha y agarra cualquier remera de mi placard para que duermas más cómoda. En la estantería del baño tenés disquitos y desmaquillante.
Me miró y segundos más tarde esbozó una sonrisa de boca cerrada para después acercarse y depositar un sonoro beso en mi cachete.
—Gracias En, sos un sol.
Se dio la vuelta para irse hasta el baño y me dejó sonriendo como un tonto mientras esa frase no paraba de resonar en mi cabeza.
No tenía ni idea de todo lo que era capaz de provocar en mi, aunque tampoco lo manifestaba mucho porque no quería asustarla ya que hacía poquito que nos conocimos. Sin embargo, yo sentía que la conocía desde siempre, teníamos mucha confianza y hablábamos de todo sin sentir el pudor de que el otro pudiera criticarlo o simplemente sentirse juzgado, todo lo contrario, ella me había contado muchas cosas con lujo de detalles con respecto al tema de la familia Sánchez White y otro tipo de situaciones a las que se había tenido que enfrentar, donde me terminaba amenazando con que si se lo contaba a alguien me mataba, dándome a entender que esa información no la sabía nadie, ni siquiera los chicos o incluso su familia.
Giré la cabeza cuando escuché la puerta del baño abrirse y segundos más tarde apareció Grecia en mi campo de visión con una toalla enroscada en su cabeza y una remera gris que le llegaba hasta la mistad de los muslos.
Estaba hermosa.
Siempre lo estaba.
Se sentó en una de las sillas, concretamente la que estaba en frente mío para después levantar sus piernas dejándolas apoyadas en la silla y acto seguido se levantó un poco la remera para poder tapar sus piernas con esta.
Luego de eso agarró el mate que le había cebado y empezó a tomarlo para después darle una mordida a un sándwich de jamón y queso.
—Lo mejor para el bajoneo, los sándwiches de mis abuelos. Son todo lo que está bien—determinó la rubia mientras me extendía el mate, solté una risita mientras se lo aceptaba y volví a cebar otro pero esta vez para mí—Mi abuela me contó que fuiste hoy a la mañana a comprar y me dio el visto bueno.
—¿El visto bueno con qué?—pregunté sin entender mientras agarraba un sandwichito triple para darle un gran mordisco, no había comido desde el medio día.
Ella soltó una risita,—Para que el día de mañana seas mi novio, me dijo que yo no era ninguna tonta y que estaba comiendo bastante bien.
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holaaaa que onda, ya se que es un cap re pete pero bueno quería subir algo porque ayer no pude tenia 8000 mambos y bueno jajajaaja pero acá tienen espero que les guste!💞
