¿Como Sucedió? Libro:1

21™

TIFFANY MAKRIS

Al llegar a la mansión lo primero que hago es caminar a mi habitación y darme un baño, un calor extraño me recorre el cuerpo, he estado excitada y sé como se siente, pero este calor va mas allá de eso.

El agua fría alivia la necesidad en mi, cuando estoy segura de que lo único que hay en mi cuerpo, es el frío del agua, salgo del baño, me coloco un pijama sencillo y sin haber cenado me meto en la cama.

Pienso en lo de hoy, ni siquiera se por que lo hice, aunque me mentalizo de que solo fue para sacarlo de su casilla haci como tantas veces hace conmigo.

Su expresión en todo momento mostró deceo y no se que expresión tendría yo pero solo espero que sea de todo menos algo que involucre sexo. Me remuevo cuando siento un cosquilleo en mi vagina y decido dejar de pensar en el y dormirme.

Me concentro pero por un buen rato cada que cierro los ojos me llega la imagen de su mirada, cuando me estoy quedando dormida estoy segura de que dejaré de pensar en el y simplemente quedará en el olvido.

(....)

Sus labios recorren mi cuerpo, sus manos están sobre las mías sosteniéndolas por encima de mi cabeza, su cuerpo está pegado al mío, y mi pecho esta aplastado por el suyo.

Sus labios chupan mi cuello y un corrientazo de placer baja directo a mi vagina, sus labios se funden con los mios pero no es un beso cariñoso, es de deceo y frustración, su lengua se adentra en mi boca sin permiso, se mueve agilmente  dejando mi mente en blanco.

Una de sus manos suelta una de las mias y va directo a una de mis tetas la cual aprieta , sin causarme daño y pellizca. Sus labios dejan los mios y recaen en mi pezón el cual está erecto y duele.

Lambe, succiona y muerde, lo mismo hace con el otro, mís piernas alrededor de su cintura se aprietan y en una súplica silenciosa le pido que acabe con mi tortura.

Su pene roza mi coño y tiemblo de anticipación pero al parecer el no tiene la misma idea que yo, dos de sus dedos se adentran en mi, el se acomoda en mis piernas quedando arrodillado entre éstas. Me mira desde arriba no logro ver su rostro solo dos ojos de colores distintos los cuales reflejan deceo y necesidad.

Con su otra mano toma su polla y la pasa por mi clítoris sin deja de mover sus dedos dentro de mi, casi grito por la sensación, suplicantes gemidos salen de mi boca. Mi respiración agitada solo demuestra lo necesitada que estoy de él.

Vuelve a pasar su pene algunas veces más y cuando estoy por llegar a mi orgasmo, saca sus dedos de mi y aleja su polla, aunque no por mucho por qué unos momentos después me penetra bruscamente, entra facil por lo húmeda que estoy pero aun haci se detiene estando dentro dejando que me acostumbre a su tamaño.

La desesperación hace que impulse mis caderas hacia él. Se ríe y no se cómo sucede pero con solos ese sonido otra oleada de deceo crece en mi.

—Estas necesitada de mi...— habla y se me corta la respiración, ¿como? ¿es ÉL?— Gatita.

....

Con la respiración más que acelerada, con una húmeda espantosa entre las piernas y bañada de sudor así despierto.

Me dejó caer para atrás por que el impacto me impulso hasta quedar sentada. Respiro y paso mis manos por mi cara, me despejó un poco.

El deceo sigue presente en mi, igual o peor que en aquel sueño, mi clítoris palpita deceoso de atención lo que me lleva a apretar las piernas.

¿Por qué?... ¿por qué soñé con el estúpido del coronel?